Gremiales 08.03.2016
EN LA PROVINCIA DE SANTA FE
No hubo acuerdo y la empresa aceitera de Chabás sigue paralizada
Por: Agenciafe/La Capital /
La empresa Ricedal de Chabás planteó la decisión de mantener su postura aduciendo que la protesta obrera le impide la posibilidad de que ingresen camiones a la planta además de causarle "perjuicios económicos", por lo que dejó sentado que hizo "una denuncia penal".
Por su parte el gremio ratificó su denuncia contra la firma por incumplimiento a la referida resolución y salió al cruce de las razones argumentadas por la empresa al sostener que "la falta de carga y descarga de mercaderías obedece claramente al no acatamiento de la conciliación por parte de la empresa pues no posee el personal para esas tareas".
Y sobre las denuncias penales impulsada por Ricedal dijo que "responden a un claro amedrentamiento y disciplinamiento que demuestra la falta de interés en solucionar el conflicto en el ámbito natural del ministerio laboral".
En esa misma línea —como también consta en un acta rubricada tras la reunión y a la cual tuvo acceso LaCapital— endilgó que "el no acatamiento (a la conciliación obligatoria) constituye el quebrantamiento del orden público laboral y una afrenta al Ejecutivo de la provincia" para luego responsabilizar a "la patronal de cualquier evento o consecuencia que su ilegal accionar pudiera generar en los trabajadores, sus familias y la comunidad de chabás".
La extensa audiencia de ayer sobrevino antes de lo previsto por Trabajo, a raíz de acontecimientos que apresuraron la convocatoria. Es que la empresa además de no acatar la conciliación también había sido denunciada por el gremio ante el organismo laboral tras tomar conocimiento el último viernes de que había recurrido a la Justicia para que ordenase el desalojo de los trabajadores apostados frente a las puertas del establecimiento fabril ubicado a la vera de la ruta 33 en el ingreso a Chabás, lo que finalmente no prosperó tras el repudio sindical, político y social que motivo la pretendida acción empresaria. El malestar fue tal que la Federación de Aceiteros hasta había amenazado con un paro nacional de concretarse lo pedido ante la Fiscalía de Casilda.
Ello acelero los tiempos para retomar las negociaciones y lograr un acercamiento entre las partes que no tuvo el resultado esperado pero se fijó una nueva audiencia para pasado mañana.
La firma decidió cerrar la fábrica chabasense para la elaboración de aceite de soja y productos derivados por "problemas económicos y financieros ante la falta de rentabilidad", lo que se contrapone a la mirada gremial que acusa a la empresa de "especular ya que hoy se presenta un mercado favorable para el desarrollo de la actividad".
"Evidentemente lo que están buscando con esto es sacarse de encima los aceiteros para tomar mano de obra barata y así tener disciplinado al personal a su antojo, lo que no estamos dispuestos a tolerar", dijo el delegado gremial, Pablo Lucero.
Y recordó que "la lógica de la empresa es manejarse arbitrariamente como sucedido antes del cierre del establecimiento cuando veníamos negociando el pago de convenios salariales incumplidos y recibimos amenazas de despidos que terminó concretando como hizo años anteriores cuando también faltaba poco para las paritarias". Además Lucero dijo que los operarios aún no cobraron febrero y no descartó que se vayan a endurecer las medidas de fuerza.