Newell’s arrancó una nueva etapa. Y no porque haya cambiado a su entrenador, sino por el estilo que pregona que nada tiene que ver con el que se pretendió imponer para todo el club desde el éxito del ciclo de Gerardo Martino. Pero amén de las distinciones del ciclo que amaneció el viernes, quedaron unas perlitas del 1 a 1 ante Unión que merecen ser consideradas. A saber:

Y eso que no estuvo en el banco. La particularidad que tuvo el debut de Osella es que llegó al club expulsado (ante San Lorenzo, dirigiendo a Olimpo) y que cumplía ante Unión la segunda de las 2 fechas de suspensión. Por eso, lo vivió en el banco de suplentes. Eso sí, a la hora de la conferencia de prensa estuvo disfónico como siempre. Lo que le espera cuando esté adentro de la cancha, el viernes próximo ante Lanús.

Si lo dice Domínguez. Como para corrobar que Newell’s precisaba un cambio, Sebastián Domínguez advirtió que se puede resignar el juego de buen trato de pelota que caracterizaba al equipo en los últimos tiempos por uno más pragmático. Sí, el mensaje del DT parece que ya caló.

Un cambio extraño. Newell’s presionaba por el desnivel al final pero en el minuto 89 Unión lo intimidó en una acción en el área leprosa que contuvo D’Angelo y llegó el último cambio leproso: el ingreso de Mauro Formica por Ignacio Scocco, como si había que cerrar ya el partido. El mismo Nacho miró al banco como interrogando si debía salir.

El debut de D’angelo. Pasó bastante desapercibido, pero ante Unión fue el debut como titular del arquero ex xeneize Sebastián D’Angelo. Por cierto que no empezó de la mejor manera, por el gol tatengue a los 5’, pero luego se asentó. El reemplazo de Ezequiel Unsain, que tuvo banderas de apoyo en el Coloso luego de su lesión en el maxilar, zafó.