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Información General 04.02.2016

EN LA PROVINCIA DE SANTA FE

Murió Jorge Riestra, referente de las letras y de la cultura de Rosario

Tenía 90 años. Premio Nacional de Literatura en 1988, formó parte de la Biblioteca Vigil y dirigió el Bernardino Rivadavia. Autor de “Salón de billares”, “El taco de ébano” y “El opus”, entre otros títulos.

Por: Agenciafe/La Capital /

 Murió ayer en Rosario a los 90 años Jorge Riestra, uno de los más destacados narradores que tuvo la ciudad y Premio Nacional de Literatura 1988 por su obra "El opus".

Nacido el 4 de enero de 1926, Riestra tuvo sus inicios como escritor a los 14 años y publicó su primera obra, "El espantapájaros", en 1948. A "El espantapájaros" le siguió el libro más reconocido por los lectores entre toda una vasta carrera, "Salón de billares".

Referente cultural de Rosario, Riestra fue docente (estudio el magisterio en Buenos Aires) y también se recibió de abogado en 1952, profesión que ejerció unos pocos años ("tres o cuatro nada más", también en Buenos Aires, según él mismo recordó en un reportaje de La Capital) para abocarse de lleno a la literatura.

"Se nos fue el querido Jorge Riestra. Gran escritor, maestro y buen amigo, mi Profe de Historia en el Politécnico. Un abrazo a sus hijos", escribió en Twitter a los pocos minutos de producido el deceso el gobernador santafesino Miguel Lifschitz.

"Paren todo: hace un rato murió Jorge Riestra, el gran escritor de esta ciudad, no importa decir si es el número 1 o el 2, pero es uno de los fundantes, esenciales, nuestro clásico. Y ni hablar de la persona, el maestro, el amigo... Inconsolable", posteó en Facebook el escritor Marcelo Scalona, conocedor de toda la obra de Riestra y amigo de uno de sus hijos, Sebastián, otro exponente de las letras y del periodismo de la ciudad.

Amante de la noche y de los bares, Riestra se hizo merecedor del cariño y afecto de gente que le reconoció no sólo sus novelas, cuentos y relatos sino su actividad como gestor cultural en los distintos proyectos que lo tuvieron al frente.

Riestra fue una columna importante de la Biblioteca Vigil, quizá el proyecto más vanguardista de la segunda mitad del siglo pasado que tuvo Rosario en los activos y esperanzadores años 60 para toda una generación intelectual del país.

Como asesor literario —junto a Rafael Ielpi y Rodolfo Vinacua— de la editorial dirigida por Rubén Naranjo, Riestra seleccionó para que vean la luz y lleguen al público obras de los entonces incipientes escritores Juan José Saer ("La vuelta completa"), Paco Urondo ("Del otro lado") y Juan L. Ortiz ("En el aura del sauce"), entre otros.

"Yo quería estar en la Vigil, fue una obra maravillosa en un mundo que creía en una vida mejor para todos", recordó Riestra en 2009 en el reportaje mencionado de La Capital. "Fue una realidad de trabajo social y cultura popular liquidada por la Triple A y después por los militares", lamentó.

Luego de la noche de la dictadura que se llevó más que la Vigil, la dupla Ielpi-Riestra volvió al trabajo conjunto apenas restablecida la democracia: con Ielpi como secretario de Cultura del entonces intendente Horacio Usandizaga, Riestra dirigió el Centro Cultural Bernardino Rivadavia (hoy Roberto Fontanarrosa) en otra gestión merecedora de reconocimientos y que abarcó desde 1983 a 1989.

"Fue brillante lo que hizo en el Rivadavia", recordó ayer Ielpi frente a La Capital. "Aplicó un sentido tan plural en lo ideológico y estético que acabaron viniendo a Rosario escritores, pintores y artistas de todo el país".

Ielpi reseñó que Riestra "fue tan talentoso en la gestión pública como lo había sido de profesor en el Superior de Comercio y en el Politécnico, con ex alumnos —dijo— que todavía lo recuerdan. Gran profesor de literatura y de historia, se ve que movía la conciencia de los alumnos, los hacía pensar; si no no se explica cómo todavía hablan de él", ponderó Ielpi.

La escritura de Riestra se desarrolló en relatos y novelas.

A "El espantapájaros" y "Salón de billares" le siguieron "El taco de ébano" (1962), "La ciudad de la torre Eiffel" (1963), "A vuelo de pájaro" (1972), "El Opus" (1968) y "La historia del caballo de oros" (1992), entre otros.

Con "El opus", su obra más exquisita y exigente, Riestra ganó el Premio Nacional de Literatura.

El año pasado la Universidad de Rosario decidió publicar la obra completa de Riestra con el lanzamiento de dos títulos ("El espantapájaros" y "Salón de billares"). La presentación se efectuó el 17 de diciembre en el Centro Fontanarrosa, última aparición de Riestra junto al rector Darío Maiorana.

Riestra cedió a la UNR los derechos de publicación de las obras de su autoría.

"Mis obras desean mantener la memoria y la libertad del lenguaje del Litoral argentino" dijo Riestra en el acto.

Riestra perdió a su esposa Dolly en un accidente cuando sus dos hijos eran muy pequeños y debió convertirse en padre y madre de Sebastián y Gabriel. No se volvió a casar. "Tengo una tendencia a la vida solitaria. No hay obra sin aislamiento. Es duro pero es así. Quedé solo por una tragedia. El destino me dejó solo, un accidente de auto del que también quedé con este problema en las piernas. Y tenía a los dos chicos", recordó el escritor en el reportaje de 2009, firmado por Scalona. Ya casi no caminaba. Ayer desplegó sus alas.

Ironía del autor en su última presentación

“Todos mis libros son mis hijos, yo no hago diferencias entre ellos porque son todos legítimos. Por eso, cuando reedito, no toco nada. Yo era así cuando lo escribí y respeto lo que era entonces. En “El taco...” he tocado algunas comas, porque cuando estaba en impresión me llaman de la editorial y me piden que viaje para hablar con Olga Orozco, que era la jefa de corrección. Ella me observó la puntuación obsesiva. «Es la entonación que me pidió el libro», dije. «Sí, pero usted lo recarga de comas». Bueno, accedí a sacar tres o cuatro comas”.
 

"Ha desaparecido nuestro gran clásico literario"

Me entero de su muerte y voy a escuchar el casette con dos horas de charla que tengo con Jorge. Se trata de una larga nota que le hice hace unos años para La Capital. Pero es la voz, es su voz todo lo que escucho y pienso ahora. Se ha ido el gran clásico de la ciudad en materia literaria, alguien que dedicó toda su vida a escribir (una cuestión tan en crisis hoy en día), voluntad y aplicación que explican una obra tan extensa. Extensa, coherente y premiada. Jorge era un escritor que, preocupado por la expansión de la conciencia del hombre, siempre le dio importancia a lo social sin caer en el panfleto. Así como "El opus" es la novela más trabajada y difícil, sus cuentos reflejan sabiamente el habla de la calle, coloquiales. Le digo en la charla, le digo en el reportaje, que para mí en "A vuelo de pájaro" nace el estilo rosarino costumbrista oral que desarrolló Fontanarrosa. Y me responde que por primera vez aparece en la literatura el "qué lo parió", expresado por su personaje Riquelme. En la charla, en el reportaje, me sorprende hablando de otros amores que tuvo... Y me habla de la noche, ese lugar tan esencial para su obra. ¿Arlt o Borges?, le pregunto. Arlt, me dice. Borges es un maestro del idioma, pero no juega a fondo con la vida, me enseña.

“Nunca rompas el silencio si no es para mejorarlo”

Beethoven