El domingo, cerca de las 6.30, Brian Lionel Martínez, de 26 años, llegó hasta la explanada del hospital Iturraspe a bordo de su camioneta Ford Ecosport gris clamando por ayuda tras haber sido alcanzado por la violencia de una agresión armada.

Los policías de guardia en el hospital, alertados por la llegada tumultuosa de Martínez, se apresuraron a socorrerlo mientras era conducido hacia la sala de emergencias. Allí, los médicos de Emergentología confirmaron el alcance del daño: una bala se había alojado en el cuello del fémur de su pierna izquierda, provocando un dolor agudo y profundo.

El relato estremecedor de Martínez dejó perplejos tanto a los médicos como a los agentes de policía presentes. Según su testimonio, mientras conducía por la avenida Gorriti y 1° de Mayo, fue emboscado por otro vehículo, descrito como una camioneta Honda SRV, desde la cual se desencadenó una ráfaga de disparos dirigidos hacia su propia camioneta. Herido y desesperado, aceleró hacia el hospital en busca de ayuda, un viaje marcado por el miedo y la incertidumbre.

Violencia

La inspección posterior de la camioneta reveló la crudeza del ataque: siete impactos de bala perforaban la carrocería, uno de los cuales alcanzó al propio conductor. La escena, custodiada por los agentes policiales, se convirtió en el epicentro de una intensa investigación en busca de pistas que pudieran arrojar luz sobre el oscuro suceso.

Los esfuerzos de las autoridades se dirigieron hacia la búsqueda de testigos y el análisis de las imágenes captadas por las cámaras de videovigilancia, tanto públicas como privadas, en la zona circundante al lugar del crimen. La Comisaría 26° del barrio Nueva Pompeya se unió a la tarea.