Entre tantas cosas con las que se encontraron los actuales dirigentes de Colón, al momento de asumir el gobierno a pocos días de cerrarse 2023, uno muy particular fue el de Facundo Garcés.

El defensor que terminó como capitán del equipo que perdió la categoría, siempre expresó la idea de poder seguir su carrera fuera del barrio Centenario.

Y en este mercado de pases, en el país, el que avanzó pero se encontró con obstáculos fue Vélez. Con el correr de los primeros días del mes en curso, fue Alavés el que presentó una propuesta importante que empezaba a cerrarle a todos.

Hasta que el diablo metió la cola, y entonces se destapó el famoso poder de exclusividad que dejó la dirigencia de Vignatti, en procura de transferir al defensor.

Ese privilegio formó parte del juicio con Lucas Viatri, y la persona que tiene la potestad y con la cual hay que negociar no es otro que Pascual Lezcano, un verdadero escollo para concretar la salida.

Garcés había resignado el 15% de su transferencia e incluso con su representante se iban a hacer cargo del monto a abonar a Náutico El Quillá por derechos de formación. Para Colón solo quedaban los impuestos, pero con la barrera llamada Lezcano.

Haciendo números al club ingresarían menos de 500.000 euros, independientemente del bonus de 400.000 euros más por objetivos, como que Alavés mantenga la categoría.

En Argentina este jueves comienza la actividad oficial y Garcés, casi que no realizó pretemporada, desconoce su futuro y atraviesa por un momento jamás esperado cuando solamente esperaba desarrollarse en otras latitudes.