El Gigante de Arroyito está en obras. Pocas horas después del triunfo de Central ante River del sábado pasado, comenzaron las tareas para retirar el césped y este miércoles El Tres mostró imágenes inéditas de cómo avanzan los trabajos.

El pasto de la cancha –con el que se construirá una nueva en Arroyo Seco– ya fue retirado por completo y en la mitad más cercana a la popular de calle Génova las máquinas comenzaron a excavar con el objetivo de bajar la altura del campo de juego unos 80 centímetros, clave para poder ganar espacio y ampliar la capacidad entre 5.500 y 6.000 localidades.

El resultado será contar con ocho escalones más en cada una de las cabeceras y nueve filas de butacas extra en ambas plateas. Y, por supuesto, un césped a estrenar. El plazo de las obras es de aproximadamente 100 días, pero eso no implicaría que tenga que jugar en otro estadio en el comienzo de la temporada 2024 porque se llegaría a tiempo.

Los nuevos bancos de suplentes contra la platea del río.

Otra de las reformas involucrará a la forma de acceso de los planteles y árbitros al césped del Gigante, que luego de las obras será por un túnel único y no por separado, como era hasta ahora. Además, los bancos de suplentes se trasladarán al lado opuesto, es decir que estarán dispuestos de espaldas a la platea del río.

En una conferencia de prensa, el presidente canalla Gonzalo Belloso dijo que se trata de "un día histórico" para el club, después de más de 40 años sin obras en el estadio.

El máximo directivo explicó que los trabajos contemplan tres etapas, una primera con el objetivo de ampliar la capacidad, otra centrada en las comodidades en los accesos y una última enfocada en servicios.

A su turno, la vicepresidenta Carolina Cristinziano expresó: “Entendemos que la gente quiere ver resultados muy rápido, pero nosotros teníamos un plan de infraestructura para llevar a cabo y creemos que esto es vital para lograr los resultados deportivos”.

El nuevo Gigante con los escalones y filas ganadas en las populares y plateas.

Leopoldo de Tomasi, uno de los profesionales a cargo de la obra, explicó que bajar el campo de juego los obliga a tener un nuevo terreno, "con todas las normas que requieren hoy en día los sistemas de drenaje, césped y demás infraestructura”.

Según detalló, el nuevo sistema de drenaje filtrará 200 milímetros por hora. Esto significa que no habría forma de que un partido se suspenda por lluvias.