Las molestias musculares sufridas por los paraguayos Espínola y Cardozo Lucena son las principales secuelas que dejó el clásico en Colón, pensando en el partido del lunes a las 18 ante Barracas Central en la cancha de Huracán, por la octava fecha de la Copa de la Liga Profesional.

Espínola salió con una molestia en la parte posterior de uno de sus muslos, en la zona del isquiotibial y esto podría derivar, inclusive, en un obstáculo no sólo para jugar el lunes, sino para su convocatoria para la selección paraguaya, que la semana que viene se medirá con la de Argentina en la cancha de River (este partido va el jueves 12 a las 20).

Alberto Espínola debió dejar prematuramente el campo de juego, en el transcurso del primer tiempo. Está citado por Daniel Garnero para la selección de Paraguay, que la semana que viene visitará a la Argentina. Crédito: Mauricio Garín

El marcador lateral había pedido autorización para jugar el encuentro con Barracas Central y esperar la llegada de sus nuevos compañeros de selección, directamente en Buenos Aires. Como este lunes fue día de descanso, se aprovechará el martes para efectuar los estudios correspondientes para determinar el diagnóstico certero en ambos casos.

Todo lo demás pasa por cuestiones futbolísticas, como por ejemplo la salida de Wanchope Abila, que salió disgustado con un cambio que fue realmente sorpresivo. Wanchope fue el jugador más peligroso de Colón en función ofensiva, más allá de no haber tenido situaciones claras. Con su salida, el trabajo defensivo de Unión se alivianó bastante, más allá de que la respuesta de los tres del medio (en la línea de cinco tatengue) fue muy buena.

El domingo hubo pocos jugadores, casi nadie, que hizo declaraciones al término del partido. "Me voy muy caliente", dijo Ignacio Chicco, el arquero rojinegro que tuvo dos buenas intervenciones en el primer tiempo, ante un remate y un cabezazo de Morales. Punto y aparte, porque en el segundo tiempo hubo algunas aproximaciones y un remate de tiro libre de Zenón que se desvió, pero lo obligó al arquero sabalero a tirarse junto a su palo izquierdo.

Gorosito fue el primero en admitir que el equipo no jugó bien. Algo pudo rescatar del primer tiempo, pero lo del segundo tiempo fue muy pobre y por eso su disconformismo. El empate en el clásico adquirirá valor en el caso de superar a Barracas Central en la cancha de Huracán, mucho más si se tiene en cuenta que luego recibirá nada menos que a River.