Una genialidad de Jaminton Campaz le permitió a Rosario Central empatar un partido que tenía muy complicado frente a Independiente. Gabriel Báez puso en ventaja al Rojo, superior en la primera etapa, y el colombiano hizo un golazo, ya en el complemento, para decretar el 1-1 y salvar el invicto canalla en el Gigante de Arroyito, donde acumula 23 juegos sin caídas.

Independiente le impuso condiciones a Central y el partido, al menos en el primer tiempo, se jugó como quiso el equipo de Carlos Tevez. Lució mejor armado y con un plan más aceitado que el del Canalla, pese a que en un par de ocasiones pudo salir y contragolpear con la velocidad de Campaz y Cervera.

El Rojo tuvo chances muy claras para ponerse en ventaja antes del final de la etapa inicial. Toledo pifió en un despeje y le dejó la pelota a Toloza, que asistió a Braian Martínez, pero el delantero, increíblemente, definió afuera con casi todo el arco a su merced.

También lo tuvo Giménez, con un derechazo que pasó muy cerca del palo zurdo de Fatura Broun. Y Toloza, con un disparo de tiro libre que buscó sorprender al arquero, de buena respuesta para desactivar el peligro.

En el cierre, con un Central confundido y que había perdido a Malcorra por lesión apenas iniciado el partido, la visita destrabó la chapa en un tiro de esquina. Broun falló en el cálculo, la pelota quedó en el área chica y Báez, el ex defensor canalla, tiró el taco para convertir el 1-0 en Arroyito.

Antes, la respuesta más seria del local fue con un tremendo remate de Campaz que salió a centímetros del arco de Rey.

Se repitieron los problemas del equipo de Russo. No tiene marca en el medio. Toledo y O’Connor ofrecen poca contención, Giaccone y Campaz no sienten esa función de volver, y terminan pagando los laterales, sobre todo Coyote Rodríguez en la izquierda.

También mostró falencias y poco peso arriba. Esta vez el 9 fue Cervera, pero tuvo los mismos problemas que con Bianchi y generó poco. Apenas un par de centros que no encontraron a nadie y el mencionado remate del colombiano.

Entre Marcone y Toloza ganaron el medio, manejaron la pelota y los hilos para lastimar a Central. Por eso, lo mejor que le pudo pasar al conjunto auriazul fue escuchar el pitazo de Echenique para irse al vestuario y cambiar el chip.

El Canalla salió con otro ímpetu y determinación en busca del empate, pero eso implicó, al mismo tiempo, asumir otros riesgos en el fondo y darle libertades al Rojo para los contragolpes. En esa tónica, Chaco Martínez se perdió el segundo, mano a mano con Broun, y en la réplica no pudo aprovechar Cervera.

Cada vez que aceleró, la visita abrió espacios en la defensa auriazul y llegó a las puertas del arco de Fatura. Lo que no tuvo el Rojo, sin embargo, fue contundencia. Tanto perdonó que, al final, una genialidad de Campaz puso todo como al principio, aún sin que sea merecido. El colombiano, suelto en la izquierda, se sacó de encima a su marcador y definió con un potente remate de tres dedos para hacer estallar al Gigante.

Tevez vio que Central se le venía, metió mano y rearmó la línea de cinco que usó en partidos anteriores. Antes del empate, Russo había cambiado a Quintana, extenuado, e hizo debutar al pibe Módica, por Cervera. Y el final fue palo y palo.

Pero Independiente no tuvo resto físico ni mental para encontrar claridad en los últimos metros. Y Central, salvo por esa aparición salvadora del colombiano, no tuvo herramientas para aspirar a algo más.

El empate, además, lo aleja de los primeros puestos en la zona A de la Copa de la Liga, le resta posibilidades de clasificar a cuartos de final y lo compromete en la tabla anual de clasificación a copas internacionales.

Resumen del partido