La Justicia provincial imputó a cinco personas como coautoras del delito de robo calificado por ser poblado en banda, con la participación de menores de edad, por el asalto ocurrido el jueves por la tarde en la sucursal de Kilbel Supermercados ubicada en Av. López y Planes, a pocos metros de calle Iturraspe.

Se trata de tres hombres y dos mujeres. Una de ellas, está embarazada y por ser adicta a las drogas, quedará alojada en el hospital Cullen. El resto permanecerá detenido hasta que este lunes se dictamine si transitarán el proceso tras las rejas o en libertad.

Con relación al robo al supermercado, el fiscal recordó en la audiencia que fue cometido alrededor de las 17:30 del pasado jueves. “Un grupo de personas, entre las que estaban los cinco detenidos, dañaron una puerta de ingreso de blindex al negocio, ingresaron, arrojaron dos bengalas encendidas y se apoderaron ilegítimamente de gran cantidad y diversidad de elementos que había en el local comercial”, relató el fiscal.

 Suasnabar precisó que la policía detuvo un total de siete personas, dos de las cuales son menores de edad de 14 y 16 años. Las otras cinco personas son las que fueron imputadas hoy como coautores del delito de robo agravado por haber sido cometido en poblado y en banda y por la participación de menores de edad.

 Las iniciales de los hombres imputados son AJF de 21 años; TAP de 19 y LAF de 19. Por su parte, las mujeres investigadas son VVM de 42 años y CAB de 23.

 Previamente, ya habían sido imputadas otras seis personas por los mismos delitos, pero en grado de tentativa, ya que fueron detenidas por la Policía cuando se aprestaban a ingresar a una distribuidora ubicada en Peñaloza y Ayacucho durante la noche del jueves en la ciudad de Santa Fe. La presencia policial evitó que pudieran consumar el atraco.

 Suasnabar indicó en la audiencia que “el ilícito fue cometido minutos antes de la 1 de la madrugada del viernes”. El representante del MPA subrayó que, “en este caso, también investigamos el delito de robo agravado por ser en poblado y en banda y por la participación de menores, pero en grado de tentativa, porque no se llegó a consumar”.

 De acuerdo con lo precisado por el fiscal en el relato de los hechos que hizo ante la jueza Carrara, “el delito fue cometido por un grupo de personas, entre las cuales estaban los seis hombres imputados y dos menores de 16 y 17 años, respectivamente”.

 Los imputados son OAC de 30 años; FND de 23; DGB de 27; IAC de 20; JCC de 22 y ABA de 18.

 “En este caso, las personas que cometieron el delito se asignaron y distribuyeron roles”, remarcó el fiscal. “En ese contexto, violentaron las rejas de seguridad de la distribuidora con el objetivo de sustraer elementos del interior del local”, manifestó, aunque “no pudieron lograrlo a raíz de que llegó personal policial al lugar”.

 Existen distintos hechos en estos casos que agravan la situación de los imputados: que los asaltos se produjeran en banda, dentro de un poblado y con la participación de menores.

Cómo impacta el hecho de que hubiese menores en los asaltos

Consultado desde el programa Creo, que se emite en AIRE cada mañana, el abogado penalista Ignacio Alfonso Garrone advirtió que en el caso del supermercado Kilbel se trata de un delito consumado, ya que lograron irrumpir en el local, lo hicieron de manera violenta y se llevaron o destruyeron mercadería: "Esto plantea la primera figura penal aplicable, porque se ha ejercido el delito de robo al ejercer violencia sobre las personas. Al haber sido cometido por gran cantidad de individuos y dentro del ejido urbano que es la ciudad de Santa Fe, nos encontramos frente a la segunda calificación que agrava el robo, que es en poblado y en banda".

 Para el delito consumado de robo en poblado y en banda el artículo 167 del Código Penal plantea una pena que va de 3 a 10 años de prisión.

 La presencia de menores de edad agrava aún más la situación de los imputados: "En este caso, la pena mínima y la pena máxima se agravan en un tercio del tiempo de prisión. De esta manera, el robo agravado por ser en poblado, en banda y con la participación de menores, tiene una pena mínima de cuatro años y una máxima de trece años.

 "Por lo tanto -advirtió el abogado-, estamos hablando de un hecho de características graves", que puede terminar en condena a prisión efectiva.

 Para Ignacio Alfonso Garrone, "fue acertada la decisión de solicitar la prisión preventiva, porque son hechos que afectan la paz social y, además, hay riesgos procesales concretos no solo por las penas altas, sino porque numerosas personas se fugaron y esto puede afectar la investigación. Es importante profundizar la investigación para determinar si estamos frente a grupos organizados, lo que agrava el cuadro".

 "Será decisión del magistrado avalar estas calificaciones y determinar si estas personas atraviesan el proceso en libertad o en calidad de detenidas", finalizó.

 En otra investigación que también tramita en el MPA por hechos similares, un hombre de 31 años quedó en prisión preventiva. En este caso, fue por un robo cometido en las primeras horas del jueves en un frigorífico ubicado en la avenida Peñaloza y Ricardo Aldao.

 “El imputado –cuyas iniciales son LGA– fue detenido con un teléfono celular y herramientas que, minutos antes, habían sido sustraídas ilegítimamente del local comercial”, explicó la fiscal Jorgelina Mosser Ferro, quien representó al MPA en la audiencia en la que solicitó la medida cautelar privativa de la libertad.