Ante Estudiantes, Colón se sacó el malestar por estar cuatro fechas sin ganar, que lo había alejado de quienes buscan llegar a una copa internacional y que lo arrimó otra vez a la zona de abajo. Un triunfo tan importante como necesario para tomar confianza y graficar que sigue siendo competitivo. Sobre todo, por el plus que encuentra ante rivales de jerarquía.

Ante rivales quizás de menor calibre como Barracas Central y Central Córdoba no pudo imponer condiciones, pero mostró cosas interesantes contra San Lorenzo y fue superior a un Pincha que venía con 16 sin perder. Desde ya, con esto queda claro que el fútbol siempre es impredecible, pero se trabaja para encontrar la mayor regularidad.

En este sentido, el DT Néstor Gorosito necesitó de tiempo para acomodar la base y darle sustento. El equipo ganó solidez y efectividad. Es verdad que no encuentra el volumen de juego necesario, pero también pasa por los intérpretes, por lo que debe suplirse con funcionamiento.

Amén de todo esto, hay algo que se desprende: cinco de la estructura principal son formados en las divisiones inferiores. Esto sin contar los que aportan viniendo desde el banco. Hoy integran los 11 Ignacio Chicco, Eric Meza, Gian Nardelli, Facundo Garcés y Santiago Pierotti (será baja ante Rosario Central por límite de amarillas).

Eric Meza y Facundo Garcés, dos de los integrantes de la base principal de Colón. Prensa Colón

Después, empujan Facundo Farías, Stéfano Moreyra, Julián Chicco y Laureano Troncoso, como para citar algunos. En tiempos donde es clave apostar también por la pertenencia, en el Sabalero hay quienes aprovecharon su chance y quieren cuidar el lugar, que siempre suele ser lo más complicado.

Sobre todo, apelando a la competencia interna que pretende Pipo para que se potencien todos. Nadie tiene el puesto asegurado, sino que juega el que mejor está y es así como los formados en Colón sacan pecho.