Para algunos, Jey Mammón se fue volando. No pasaron ni dos semanas desde que se supo que Lucas Benvenuto lo había acusado de abuso sexual que ya se subió a un avión y se las tomó para España. En el viaje se lo vio dormido primero, pero bastante alterado después, cuando despertó y al revisar las redes sociales advirtió que lo habían fotografiado dentro de la nave. Ahí, explotó.

Carlos Garmendia, quien viajó sentado al lado de Jey y quien le tomó una fotografía durmiendo y la subió a su cuenta de Twitter (@DonVascolet), salió al aire en Intrusos -que en la jornada de hoy fue conducido por una Marcela Tauro visiblemente afectada por un resfrío tremendo- y contó cómo había sido el viaje en el asiento al lado del suyo.

"Me tocó en la misma fila y al lado de él" contó el hombre, quien además informó que "ya llegamos bien a Madrid eh, estamos todos perfectamente. Como si fuera un cronista de viaje, Carlos Garmendia habló largo y tendido y contó anécdotas y vivencias de un trayecto que fue tranquilo durante su mayor parte, pero que en un tramo se puso terriblemente pesado.

Fue cuando Jey se despertó de un largo sueño y a través de su teléfono celular observó que ya circulaban fotos suyas dentro del avión. Ahí empezó a los gritos y según el testigo privilegiado estalló con una azafata. "Se puso muy nervioso y empezó a los gritos a pregunta quién le había sacado las fotos. e la agarró con una azafata, le gritó, y yo le dije que yo había sido una de las personas, pero que también muchos de los que pasaban por ahí también lo hicieron", contó Garmendia.

JEY MAMMÓN PROTAGONIZO UN FUERTE INCIDENTE EN EL AVION QUE LO LLEVO A ESPAÑA

Sin embargo, esa explicación no alcanzó para calmar a Jey, que encolerizó todavía más. "A la noche su actitud era la de un topo escondido, pero a la mañana se levantó con un ánimo totalmente distinto. Estaba sacado y empezó a gritar "a mi no me echó nadie de Argentina eh, yo me voy por mi propia voluntad, no porque me hayan echado, y también cuando quiero volver lo puedo hacer sin problemas y con libertad. Y dijo que se iba también porque estaba harto de todos nosotros".

"A mi no me importa nada, que hagan lo que quieran, que esto es cuestión de tiempo, que es un aprendizaje, hay que saber, es tiempo y aprendizaje". Daba clases como si fuera un gurú", se permitió bromear Garmendia, quien se declaró "muy católico", manifestó que "él tiene un grave problema y puede conseguir el perdón, pero antes debe arrepentirse" y además informó que "al bajar fue para el lado de los pasaportes europeos, así que si se quiere quedar en Europa lo puede hacer por un largo tiempo".