Después de tantas idas y vueltas, este lunes finalizó la relación entre Colón y Pulga Rodríguez, tras firmar con Central Córdoba, donde será dirigido por Leonardo Madelón. Se le baja la persiana a una era de amor y odio –en el sentido más literal– con la dirigencia. Algo que parecía una fija en cada mercado de pases, pero que tuvo un quiebre luego de la apretada de la barra en el predio.

Eso hizo que el jugador quiera irse al final el campeonato. Una decisión que mantuvo siempre pensando en su familia. Sin embargo, buscó siempre hacerlo gratis, algo que el club nunca aceptó, porque sentía que perdía la inversión que había hecho cuando lo fue a buscar a Gimnasia.

Las primeras charlas fueron amenas, pero la cosa se fue embarrando y terminó en un fuego cruzado constante. El presidente José Vignatti no dudó en sentar postura y el representante de Pulga rápidamente arremetía con una crítica. En todo ese pasaje, el tucumano se llamó a silencio. Solo esperaba.

Tras cartón, Marcelo Saralegui le confirmó que no lo iba a tener en cuenta "por respeto a sus compañeros" que venían trabajando hace un mes y porque desde el primer momento "dijo que se quería ir". Estuvo entrenando algunos días de manera diferenciada para tener derecho a sueldo.

Pulga Rodríguez puso el gancho y es jugador de Central Córdoba. Colón recibe a cambio 200.000 dólares.

Como las posturas no cambiaban, la única forma que destrabara esto era una oferta, que llegó desde Central Córdoba, con un esfuerzo muy grande. No solo para tentar al futbolista de 38 años, sino también para Colón a modo de resarcimiento. Si bien hay que ver la letra chica, le quedarían 200.0000 dólares a las arcas sabaleras.

"El Pulga ama a Colón, lamentablemente pasaron cosas", dijo San Juan en sus últimas declaraciones respecto a las sensaciones del de Simoca, que se va de Santa Fe de la manera que nunca deseó.

Quedará en la opinión de los hinchas el legado que deja, en esta manchita que fue la relación con la dirigencia. Se termina así la época de Pulga Rodríguez en Colón.