En Unión se apostó por la continuidad del proyecto futbolístico, que lo tiene a Gustavo Munúa como entrenador. Esto se resolvió por la gestión de la secretaría técnica que comanda Roberto Battión, quien convenció al presidente Luis Spahn y al uruguayo para que la relación laboral continúe en 2023.

Si bien todavía no firmó su nuevo contrato, una vez que Pascual Lescano regrese desde Qatar donde se encuentra en ocasión de la Copa del Mundo, habrá novedades sobre un acuerdo que está cerrado de palabra, más allá que restan afinar algunos detalles que no harían caer la negociación.

Mientras tanto, Luis Spahn y la secretaría técnica buscan contentar a Munúa en el mercado de pases, ya que el DT de Unión pretende que se sumen dos marcadores centrales, un volante central y dos delanteros, como prioridad, en función de la importante sangría que sufrirá el plantel para el 2023.

Enzo Roldán conversó con el presidente Luis Spahn, antes de la presentación de las caras nuevas. Gentileza Rodrigo Rosetti

Más allá de esta situación puntual, que es común a todos los equipos del fútbol argentino y que seguramente habrá novedades mucho más importantes después del domingo cuando termine el Mundial de Qatar, hubo una situación que tuvo como protagonista a Luis Spahn, y que podría ser determinante en el nuevo proyecto.

En la semana el presidente Spahn se juntó con los referentes de la oposición, en una charla donde se buscó consenso para intentar aprobar Memoria y Balance del Ejercicio 116, lo que es clave para poder participar sin problemas de la próxima Liga Profesional.

Pero también Luis Spahn se hizo presente en el complejo Casasol, donde el plantel realiza la pretemporada, y allí anunció que le mejorará sustancialmente los haberes a los jugadores que son propiedad de Unión y los que surgieron de las inferiores, y prometió una visita semanal al plantel, para que el contacto sea más fluido y se pueda generar un ida y vuelta importante, de cara al exigente 2023 deportivo.