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Deportes 03.11.2022

Entrevista a Nadal contó el significado de jugar en Argentina

El español jugará una exhibición junto a Casper Ruud, con una invitada de lujo como Gabriela Sabatini. Habló de la actualidad del tenis y la posibilidad de que 2023 sea su último año

Fuente: Infobae

Rafael Nadal es historia, es una leyenda del tenis mundial que volverá a dejar su huella sobre el polvo de ladrillo en Buenos Aires el próximo 23 de noviembre en Parque Roca. Un espejo del deporte que continúa vigente en el circuito profesional y peleando por el N°1 del mundo, aunque como él reconoce, “puede ser la última vez” que se lo vea en activo.

-No es la primera oportunidad que venís a la Argentina, ¿además del asado, qué se te viene a la cabeza cuando empezás a preparar un viaje al país?

-(Rafa sonríe antes de responder a la primera pregunta) Bueno, al final te sientes un poco como en casa. Creo cuando viajas a Latinoamérica, ya sea por el idioma o por el tema de que tienes muchos compañeros del circuito, siempre me he sentido muy bien recibido y querido. Por eso, no necesito mucha preparación. Al final, lo que tengo es mucha ilusión, pues hace ya años que no estoy por ahí. Además, soy consciente de que, poniendo todo en contexto, no sé si estando en activo, profesionalmente hablando (hace una mueca y una pausa) … Puede que sea la última vez que esté por ahí. Por eso, en este contexto, hace que mi visita sea muy especial y emotiva, lo que me hace mucha ilusión. Así que vamos a intentar estar de la mejor manera posible para para dejarlo todo ahí

En la fiesta de esta nueva presentación de Rafael Nadal en el Parque Roca, no solamente estará Casper Ruud como rival en la revancha de la final de Roland Garros, el mayor de los atractivos para los argentinos será el regreso de Gabriela Sabatini a una cancha de tenis en el país. Rafa es consciente de lo que significa Gaby para el público local, sea aficionado al tenis o no, y también a nivel mundial. “Será maravilloso compartir pista con ella, una experiencia única que me hace mucha ilusión. Gaby es una persona admirada como buen ejemplo por todo el mundo y, especialmente, por el público latino. La realidad es que me hace ilusión y ojalá que todo salga de la mejor manera posible”, comentaba el manacorí sobre esta dupla de leyendas, que tendrá del otro lado de la red al noruego junto a Gisela Dulko.

Nada parece cambiar o haberse modificado en la cotidianeidad de Rafa, sin embargo, el 8 de octubre pasado nació el primer hijo de su matrimonio con Mery Perelló y eso le llevó a decir, en su momento, que tenía “cosas mucho más importantes que atender que el tenis”. Por eso es que, luego de acompañar a su mujer y de permanecer junto a su hijo Rafael, la actividad lo devolvió al circuito en el Masters 1000 de París Bercy, desde donde se desarrolló esta distendida charla. “Como he dicho siempre, todos los cambios en la vida llevan su tiempo de dedicación, pero en este caso, pues, la felicidad supera todo este cambio que hace una diferencia muy grande en lo que es el día a día”, reconoce el ex N°1 del mundo, hoy escolta de otro español, Carlos Alcaraz.

Nadal insiste en que trata de que la presencia de su hijo no influya demasiado en su rutina de entrenamiento, pero reconoce que debe haber cierta tolerancia, “sobre todo al comienzo, porque siempre ocurren cosas y uno tiene que estar dispuesto a ser lo suficientemente flexible como para adaptar todas las cosas a la necesidad del niño”.

Más propenso a dedicarse a su rol de padre, reconoce que él nunca ha cambiado las cuerdas de su raqueta en su vida y que, por eso, la lleva mejor con los pañales, “pues no queda más remedio que asumir el papel que te toca (se encoje de hombros y ríe). Hay que aprender a hacer todas estas cosas, porque al final, como no te queda más remedio, las vas haciendo y la vas manejando de la manera que puedes”, termina respondiendo feliz de su nuevo rol.

- De conocerte a los 17 años, venciendo a Federer en Miami, a ver tus victorias en Roland Garros desde los 19, a ser el N°1 en varias ocasiones, pasaron muchos años, pero recién cuando fuiste padre apareció esa sensación de que, como se dice en la Argentina, habías dejado de ser un pibe y ya eras un hombre.

Rafael se reclina un poco hacia atrás y comienza a reírse. “Yo hace años que dejé de ser un ‘pibe’, desgraciadamente -dice, mientras mantiene una amplia sonrisa-, pero bueno, al final llegan momentos en la vida en que hay cambios que son de alguna manera necesarios y es lo que realmente quería. La gente que me conoce sabe que me encantan los niños, que la realidad es que llegó cuando llegó, pero que no me hubiese importado si hubiera llegado unos años antes. La realidad es que, en ese sentido, tanto mi mujer como yo estamos muy felices”, terminó de responder orgulloso de su nuevo estado.

Nadal, seguramente, llegará el 22 de noviembre sin su familia a Buenos Aires, vendrá acompañado de su manager, Carlos Costa, y de su jefe de prensa, Benito Pérez Barbadillo, algo a lo que deberá ir acostumbrándose con el correr de las semanas, porque como él dice, “ahora cuesta más irse de casa”. Sin embargo, la tecnología le permite acortar esas distancias y mantener el contacto cotidiano. “Con las videollamadas puedo ver al niño cada vez que quiero, eso es muy bueno. Creo que son cambios, como te he dicho, a los que poquito a poco me voy a ir adaptando, pero que realmente te hacen vivir la vida de una manera muy distinta”, explica el español.

Tanto para Nadal como para el resto de los tenistas, este ha sido un año particular, que empezó con restricciones con el COVID-19. En el que Djokovic no pudo jugar, se retiró Federer y en el que Rafa (36 años) pelea el N°1 con Alcaraz, otro español, de 19. Por eso es que, en su análisis, divide a la temporada en dos: lo personal y lo profesional, aunque no quita que uno haya influido sobre el otro. “Desde mi prisma, a nivel personal, ha sido un año exitoso a nivel de resultados, pero también difícil por los dolores físicos, de momentos duros, como las retiradas de Wimbledon, cuando mejor estaba jugando, y de la final de Indian Wells, cuando creo que tenía todo en mi mano para poder sumar otro título importante. Me perdí los torneos de Montecarlo y Barcelona, en Roma estuve cojo, Roland Garros lleno de incertidumbre, en fin, ésta es la realidad. Después, rotura de abdominal que no me permitió llegar bien a Estados Unidos y, luego, todo el tema personal y el nacimiento de mi hijo. Con lo cual, diría que, si miramos en lo general ha sido un año muy positivo a nivel tanto personal como profesional, porque ha terminado todo muy bien, pero también fue muy duro”, desmenuza.

En tanto que, por el lado estrictamente del circuito profesional, Rafa sostuvo que sucedieron muchas cosas, como la conquista de un Grand Slam por parte de su joven compatriota Carlos Alcaraz, a quien considera su “amigo y compañero español”, que es uno de los integrantes de la nueva generación. También destacó que los otros fueron ganados por él y Djokovic, “los de mayor experiencia”, y le dio relevancia al retiro de Roger Federer, quien si bien “llevaba un tiempo ya que no competía en el circuito, se retiró oficialmente, con lo cual éste fue motivo de una tristeza grande”.

Por otra parte, y mirando al futuro cercano desde este 2022, vio con buenos ojos las apariciones de nuevos jugadores en el circuito, que para él darán pasos importantes en breve y van a luchar por los torneos más relevantes. Además, agradeció el retorno a la normalidad, “para que puedan volver los espectadores en todo el mundo, con pocas restricciones, y eso hace que nuestro día a día sea más más feliz y más agradable”.

 

 

 

 

Nadal y su esposa, María Perelló: acaban de ser padres

Entre las varias ocasiones en que Rafa llegó a la Argentina hay muchos que definen a su primera visita al país (Argentina Open 2005) y a la derrota ante Gastón Gaudio en cuartos de final, con un resultado extraño (0-6, 6-0 y 6-1), como el impulso necesario para que después haya conseguido la carrera que logró. Nadal recuerda claramente aquella ocasión, y con cierto humor por el comentario lanza una risotada y un “¡hombre!” “Sí que es cierto que después de esa derrota todo fue hacia arriba, ésta es la realidad. Tengo el recuerdo de que, después de ahí, gané en Brasil, en Acapulco, hice final de Miami, empecé a ganar en Montecarlo, Barcelona, Roma y mi primer Roland Garros. Es verdad, pero también siendo honestos (vuelve a reírse), no sé si fue por mi visita a Buenos Aires”, culmina recordando con mucho humor, para agregar que respeta mucho al público argentino, el que lo ha hecho sentir muy bien en cada oportunidad en la que pisó esta tierra: “Lo que es cierto, y lo digo de corazón, Argentina es un lugar con una gran tradición y conocimiento de nuestro deporte, que es el tenis, y cada vez que he llegado de visita me voy con una inyección de energía muy grande, que me sirve para seguir y confío que esta vez pues me de este extra que me permita poder alargar (su carrera) un poco más”.

La Argentina, después de España, podría ser el país en el que Nadal cuenta con mayor número de fanáticos, la gente lo admira, le rinde pleitesía en cuanta ocasión tiene o lo sigue en algún torneo en el mundo. Es por eso que el manacorí siente la necesidad de hacerles llegar su máxima gratitud a sus fans, “porque estando en Buenos Aires, y aún jugando contra argentinos, he sentido el calor, el cariño y el apoyo del público, lo que para mí significa muchísimo”. Este ida y vuelta con la gente le hace sentir esa calidad de espejo que se le asigna a Nadal cada vez que se lo cita a modo de ejemplo, algo que él mismo dice sentir de parte de los argentinos: “Me hacen sentir muchas cosas positivas. Qué decirte, que he hecho muchas cosas bien y no sólo dentro de la pista, sino también fuera de ella, algo que para mí tiene mayor importancia: la persona por sobre el tenista. En ese sentido, ser querido en un lugar que tiene un conocimiento tan amplio y profundo de este deporte, para mí tiene un significado muy importante, especial, y que lo único que les puedo decir es gracias, muchas gracias por todo y por todas las veces que he estado ahí”.

Rafael Nadal volverá a jugar en la Argentina en una exhibición, está claro, tan claro como que para Nadal no existe una modalidad en la que no juegue en serio y en la que no intente ganar y brindar un buen espectáculo. Por eso, a través de Infobae, el campeón de mayor cantidad de títulos de Grand Slam en la historia del tenis, les prometió a sus fans que va a intentar estar lo más cerca que pueda de la gente, “lo más receptivo y accesible posible y después, en la pista, intentar dejar lo mejor”.

 

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