Se retiró uno de los árbitros argentinos que marcó una era. Junto a Horacio Elizondo fueron los únicos en dirigir una final de Copa del Mundo y siempre es motivo de orgullo. Néstor Pitana anunció que deja la actividad profesional y ayer en el partido entre Platense y Lanús se produjo la despedida oficial.

En dialogo con "Doble Amarilla Radio", el misionero contó los detalles de la decisión y las primeras reflexiones sobre su carrera el día después: "No resolví mi retiro de un día para el otro, lo consulté mucho con la almohada". "Cuando tenés tus principios, valores y tu autoridad moral, la pasas bien. Es una linda profesión".

Al término del partido, recibió una plaqueta por parte de Claudio Tapia. Al respecto sobre si le gustaría seguir vinculado a la actividad, pero desde un costado formativo, dijo: "Estoy agradecido a AFA. Quiero de una u otra forma volcar toda esta humilde experiencia. Si se puede trabajar en otro rol sería más que agradecido".

Ya más distendido, contó algunas intimidades, como la vez que le tocó dirigir a Cristiano Ronaldo en el Mundial 2014: "es un fuera de serie. Lo poco que lo trate me pareció normal, interesante". También habló sobre la "disputa familiar" por la última camiseta que utilizó: "Mi mamá y mi señora se quieren quedar con mi última camiseta, asi que voy a tener que dividirla" y qué hizo una vez finalizado el encuentro: "Anoche después del partido me tome una cerveza como Dios manda”

Para cerrar, dejó un concepto interesante sobre cómo afrontaba los encuentros en este último tiempo: "Yo entraba a la cancha a ganarle al VAR".