En Paraná, Unión fue una máquina de errar goles. El 0-0 ante Patronato dejó un sabor a poco, porque fue más que su rival y creó cerca de 20 situaciones, pero careció de efectividad y ahí radica un poco el por qué llegó a los cinco partidos sin triunfos. Si bien es cierto que le puso candado a su arco por segunda vez en fila, el debe está en la valla adversaria. Quién quizás estuvo con la pólvora mojada es el uruguayo Jonatan Álvez.

Volvió a ser titular ante la lesión del paraguayo Junior Marabel y lo hizo siendo picante y nuevamente creándose situaciones solo, como en sus inicios en el Tate. Sin embargo, estuvo peleado con el arco. Incluso, no pudo quebrar al arquero Facundo Altamirano en el primer tiempo con un penal.

Dentro de un rendimiento parejo en todas las líneas, quizás la actuación del Loco es lo que faltó. Pero no por rendimiento sino por justeza en la definición. Como todo atacante, terminó molesto consigo mismo y utilizó las redes sociales horas después para desahogarse, con una reflexión muy sincera.

"Soy autocrítico, tuve una mala tarde como puede tener cualquier futbolista. Uno trabaja día a día para mejorar, a veces se da y a veces no y voy a errar como todo ser humano pero lo impotente siempre es dar lo mejor de uno", escribió en Instagram.

Una forma de exigirse cuando las cosas no le salen y por eso, trata de tomar esta presentación como una lección para encontrar su mejor versión, con la que cautivó a los hinchas de Unión hace algunos meses.

 

 

 

 

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