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Espectáculo 28.05.2022

La enfermedad neurológica que sufre Natalia Oreiro

La actriz de Iosi, el espía arrepentido confesó que padece desde chica un extraño trastorno neurológico que "no tiene cura" y que es una rara afección que sufre una pequeña porción de la población mundial.

Fuente: Filo.news

La actriz reveló que padece una enfermedad neurológica llamada "misofonía", que es un trastorno crónico poco frecuente que causa a quienes lo padecen irritabilidad, rabia o estrés al percibir ruídos que para las demás personas pueden ser habituales. El sonido de una canilla que gotea, el ruido del canto de un pájaro a lo lejos o el ruido de una lapicera al escribir pueden desatar estos malos momentos en los pacientes que padecen la enfermedad.

"Tengo un tema que tengo con ciertos ruidos que generan las personas y me causan ansiedad. Desde chica me hace sentir muy vulnerable. Cuando las personas descargan ansiedad con algún movimiento a repetición, las personas con misofonía absorbemos esa ansiedad", explicó Natalia Oreiro en relación a la misofonía.

La enfermedad que padece Oreiro es un trastorno neurológico que afecta a un bajo porcentaje de la población mundial y no tiene cura. Tampoco existe una explicación médica para quienes la padecen, aunque algunos especialistas creen que podría explicarse por una causa psicológica, otros expertos lo niegan y hasta el momento no hay una certeza al respecto.

"Cuando las personas descargan ansiedad con algún movimiento a repetición, las personas con misofonía absorbemos esa ansiedad", agregó la actriz de Iosi.

La misofonía, también conocida como Síndrome de Sensibilidad Selectiva al Sonido (SSS), es sensibilidad a ciertos patrones de sonido. La mayor parte de las personas con misofonía encuentra irritantes los sonidos repetitivos de la cotidianeidad. Como consecuencia de la enfermedad, quienes padecen misofonía pueden reaccionar de manera violenta e impulsiva y tener un ataque de ira, ansiedad o irse corriendo sin explicación lógica posible al escuchar sonidos tales como: una persona mascando chicle, comiendo o incluso el ruido de una lapicera escribiendo.

“Un libro no acabará con la guerra ni podrá alimentar a cien personas, pero puede alimentar las mentes y, a veces, cambiarlas”

Paul Auster