El pobre espectáculo que se observó en el Viaducto entregó un pleito trabado y accidentado en el que el Tatengue se mostró levemente superior.

Los envíos aéreos representaron la herramienta más utilizada por los del uruguayo Gustavo Munúa y las salidas en falso de Alejandro Medina pudieron contribuir en la apertura del marcador.

Salvo por algunos remates de media distancia de Imanol Machuca, Facundo Kruspzky y Nicolás Cordero, el encuentro cayó en una lluvia de pelotazos sin sentido y sin ideas. Por lo tanto, el choque se resolvió en el minuto 45 del complemento.

Como no podía ser de otra manera, Emanuel Brítez selló el 1 a 0 para beneficio del combinado de Santa Fe, luego de una maniobra cargada de empujones, pifias y errores. La conquista que le dio los tres puntos a Unión ejemplificó lo que sucedió durante todo el compromiso. A pesar de la poca estética, el Tatengue se llevó un premio muy grande de Sarandí y profundizó la crisis de Arsenal.