Nació siendo millonario. Sin embargo, Ricardo Fort tuvo que esperar muchos años para poder comenzar a disfrutar, como quería, de la fortuna que había forjado su familia. Él soñaba con ser famoso y tenía talento para lograrlo. Sin embargo, su vida de lujo fue la llave que le permitió entrar a los medios de comunicación por la puerta grande. Y sus excentricidades lo convirtieron en una marca registrada hasta el día de su muerte.

En el primer capítulo de Ricardo Fort, el hombre detrás del show, el documental de Infobae que se estrena este lunes y descubre los secretos de la vida de El Comandante, el historiador Daniel Balmaceda cuenta con lujo de detalles cómo se creó El imperio Fort, fundado por el abuelo de Ricardo, Felipe, creador de la fábrica de chocolates FelFort, pero potenciado por su padre, Carlos, un hombre estricto que no estaba dispuesto a dejar que sus hijos dilapidaran su dinero.

En tanto, el testimonio de su gran amigo Guillermo Peyrano, revela cómo era la relación del chocolatero con su madre, Marta, de quien sin duda había heredado su pasión por el arte. Y también con sus hermanos, Jorge y Eduardo. “Una familia donde todo estaba tan materializado, que los sentimientos pasaban a un segundo plano”, asegura el estilista.

En el mismo sentido, Guido Süller, quien fuera pareja de Ricardo en su juventud, se refiere a la tensión permanente que existía entre Fort y su progenitor. “El padre era muy duro, un padre que quería que empiece de abajo”, cuenta el mediático. Y revela cuáles fueron los primeros intentos de El Comandante por lograr abrirse su propio camino.

Ricardo Fort en pleno éxito

La muerte de su padre fue un antes y un después para Ricardo y él mismo lo relató en diferentes entrevistas. “Sentí alivio, no lloré”, asegura en una nota. Y, sin embargo, no puede evitar las lágrimas la recordar al hombre con el que había mantenido tantos conflictos a lo largo de su vida. Pero la realidad es que, desde el momento de su partida, él comenzó a disponer del dinero que necesitaba para lograr su objetivo.

La palabra de Violeta Lo Re, ex pareja mediática de Ricardo, y la de Marcela Villagra, su íntima amiga, dan cuenta del deseo de trascender de Fort. De la misma manera, Tito Speranza, ex custodio del millonario, da indicios de cómo siguió su vida desde el momento en que decidió ostentar su poder económico a través de la pantalla de televisión.

En los próximos cuatro capítulos, que se publicarán el martes 9, miércoles 10, jueves 11 y viernes 12, respectivamente, se podrá ver cómo sigue la vida de Ricardo desde su llegada a la fama hasta su partida. En La explosión en la TV, se plantea su abrupta llegada a los medios, en Fama, lujo y excentricidad, se puede apreciar su particular estilo de vida, en Los hijos y sus otros amores, se ponen sobre el tapete sus relaciones afectivas, y en El Adiós, se hace foco en su deterioro físico y su muerte prematura.

A los relatos mencionados, se le suman las voces de Claudio Borges, íntimo amigo y ex entrenador personal de Ricardo, y su mujer, la ex vedette Paola Piper, Marina Calabró, co conductora de Fort Night Show, Diego Bouvet, el único cronista que viajó con él a Miami, Luis Ventura, periodista que trabajó con Fort, Daniel Ferrero, el joven al que el chocolatero le pagó un viaje a China para que pueda caminar, Francisco Emilio, el jefe de prensa que grabó su último video, Pablo Zamudio, RRPP que lo acompañó en los primeros años, Ayelén Fernández, su primera prensera, Graciela Alfano, ex compañera en el jurado del Bailando por un sueño de ShowMatch, Leandro Travaglio, dueño de la disco Esperanto, y Rodrigo Díaz, su último novio.