Argentina llegó a Lituania con la ilusión de poder codearse ante las grandes potencias del básquet mundial y estuvo presente en una fase de grupos en donde estuvo a la altura con victorias sobre España y Corea, pero una dura derrota ante Francia lo dejó como tercero de su zona.

Sin embargo, en el Mundial Sub 19, todos los equipos pasan a la instancia de octavos de final, ya que son 16 clasificados, pero el sistema de grupos funciona como orden de la etapa que continúa. En este camino, el conjunto albiceleste tenía por delante una dura parada ante Turquía, que llegaba como escolta de su grupo.

En Riga, Argentina mostró los dientes y luchó de par a par en donde mostró esa solidez en la primera mitad, en donde se fue al vestuario con una diferencia de nueve puntos a favor. Sin embargo, el tercer cuarto no fue el esperado y Turquía logró llevarse el parcial por 11 puntos para un cierre apasionante.

En el final del tiempo regular, con dos lanzamientos de libres a su favor y 3,4 segundos por jugar, los europeos se pusieron al frente por una unidad y llegaría una jugada que hizo recordar a todos a la palomita de Manu Ginóbili ante Serbia en Atenas 2004, torneo en donde la Selección haría historia.

En ese momento, Gonzalo Corbalán tomó la pelota, cruzó la cancha esquivando rivales y con un tiro estéticamente complicado logró el triple de la clasificación ante el sonido de la chicharra. La explosión del plantel se hizo presente en la cancha con una corrida que valió el pase a los cuartos de final.

Así como lo vivieron los jóvenes en Turquía, en Las Vegas el conjunto nacional que se prepara para Tokio siguió de cerca el encuentro y celebró el golazo en el cierre para estar entre los ocho mejores. Ahora, Argentina enfrentará a Serbia por un boleto en semis de un torneo en el que los balcánicos son candidatos no solo en la serie, sino al título.