El futuro de la exportación de carnes en el país pende de un hilo por las últimas decisiones del gobierno nacional en lo que a ello respecta. Con un nuevo anuncio se decidió continuar con la suspensión con cupos a un 50% tomando los parámetros de exportación del año 2020 y dejando afuera de la escena a nuevos actores.

“El anuncio de Fernández cayó muy mal y nos da la impresión de que al Gobierno le cuesta reconocer que lo que hizo hace 30 días fue una mala decisión ya que los cortes que se exportan no son los mismos que se consumen en el mercado interno y por ende al suspenderlas no va a lograr que se baje el precio en mostrador” comenzó explicando Ignacio Mántaras, presidente de la Sociedad Rural de Santa Fe en diálogo con Marcelo Garrido.

Para las entidades del campo esta es una medida unilateral por la cual decidieron no acompañarla “no avalamos estas medidas, rechazamos el decreto porque esto genera un perjuicio sobretodo en la industria frigorífica exportadora en Santa Fe por lo que pedimos al gobernador que intervenga”.

Sobre el Plan Ganadero, el referente rural explicó que “se establece un plazo de 30 días para implementarlo lo que no va a resolver el precio de la carne en el mostrador porque es algo que tiene que resolver la economía en años y no en tal poco tiempo”.

Mántaras asegura que parte del problema de la escasez tiene que ver con la reducción del stock ganadero que se dio cuando cerraron las exportaciones entre 2006 y 2011 lo que impide ampliar el mercado interno  “por lo cual la receta es el acta de defunción de lo que se pretende. Kulfas y Basterra lo entienden y saben que la medida es netamente electoral y popular, esto solo va a llegar al conurbano bonaerense a costa de sacrificar las carnes de las provincias”.

Sobre las exportaciones, el 75% son al mercado Chino vaca de conserva , carne que no se consume en Argentina “por lo cual el mayor volumen de carne que manifiestan que se va a volcar al mercado interno no va a ocurrir por no ser atractivo al paladar de nuestro país que está acostumbrado a consumir ternera, novillito o vaquillita”.

Para los productores, en la cadena de valor lo que menos inciden son ellos y los consumidores, los dos extremos que no forman precios, “el 35% son impuestos y eso es lo que comemos. Hay otros resortes para morigerar el precio al mostrador de la carne y de cualquier bien si el Estado tuviera gestos de modificar cuestiones impositivas”.

Para finalizar el presidente de la Sociedad Rural manifestó que los trabajadores del campo “Nos declaramos en estado de alerta y movilización, no nos gusta el cese en la comercialización pero no tenemos diálogo con este gobierno y es muy difícil generar ideas alternativas a estas ideas erróneas. Ni siquiera escuchan a los gobernadores, y eso ya es una cuestión de federalismo”.