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Información General 17.11.2020

Verduras que podés cultivar en macetas

Si tenes un espacio muy reducido en tu hogar, de todas maneras, poder tener tu huerta en casa. Acá van cinco verduras que podés cultivar en macetas

Fuente: LA NACIÓN

La falta de suelo no es un impedimento para que tengas una huerta en casa y cuentes con vegetales frescos y sin químicos siempre a mano. Para los amantes de la cocina, pocas cosas son tan gratificantes como cosechar los propios alimentos. Y si además te gusta la jardinería, sembrar y seguir de cerca el progreso de las plantas te va a dar un plus de gratificación. Patios, balcones o terrazas con al menos cuatro horas de sol admiten especies que se adaptan muy bien a macetas o contenedores de distintos tipos. En esta nota, te compartimos cinco verduras ideales para empezar a cultivar en esta época.

En macetas de hasta 0,30 m de profundidad

Lechuga

Lechuga Maravilla de las cuatro estaciones. Es ideal para cosechar por hojas.

Lechuga Maravilla de las cuatro estaciones. Es ideal para cosechar por hojas. Fuente: Jardín - Crédito: Archivo.

Siembra

  • Podés sembrar en almácigo y luego trasplantar o sembrar directamente en su contenedor definitivo.

¿Qué necesita?

  • Suelos fértiles, ricos en materia orgánica y buena capacidad para retener la humedad.
  • Evitá el exceso de riego y humedad para prevenir que se pudran y sean atacadas por babosas.

Cosecha

  • A los 70 o 90 días de sembrada, cuando veas una planta bien formada.
  • A las variedades Maravilla de las cuatro estaciones, Gran Rapid o Red Salad Bowl podés cosecharlas por hojas. A las Criolla o Gallega, deberás descalzarla totalmente o cortarla con un cuchillo.

Tomates cherry

Los tomates cherry son ideales para cultivar en macetas porque su desarrollo es más compacto que otras variedades de tomate.

Los tomates cherry son ideales para cultivar en macetas porque su desarrollo es más compacto que otras variedades de tomate. Fuente: Jardín - Crédito: Pexels

Siembra

  • En vasitos plásticos o bandejas de cultivo, desde comienzos de primavera hasta fines de noviembre.
  • Cuando los plantines alcancen los 8 cm, repicalos (trasplantalos) en macetitas más grandes y cuando la planta esté más robusta, llevala a su maceta definitiva.
  • El tamaño ideal debe ser de al menos 15 litros.

¿Qué necesita?

  • Pleno sol y sustrato suelto de textura ligera, rico en materia orgánica.
  • Riego regular y frecuente.
  • En verano, una cobertura de paja en el sustrato lo mantendrá fresco y protegido de los rayos ultravioletas y de la proliferación de malezas.
  • Tutores para que la planta no se caiga por el peso de los frutos.

Cosecha

  • Unos días después de las flores amarillas, vas a ver aparecer los primeros frutos. Se cosechan a los cuatro meses de la siembra o cuando el fruto está rojizo.

Las tiras de trapo de algodón son lo más efectivo para asegurar los tallos al tutor, ya que evitan los estrangulamientos.

Rabanito

Rabanitos: uno de los cultivos ideales para macetas e ideal para principiantes.

Rabanitos: uno de los cultivos ideales para macetas e ideal para principiantes. Fuente: Jardín - Crédito: Pexels

Siembra

  • Sembrá directamente en el contenedor definitivo. Hacé un surco, humedecelo, colocá compost y luego, sobre esa "cuna", colocá en línea las semillas, a una profundidad de 0,5 a 1 cm.
  • Evitá sembrar muy densamente así no necesitás ralear cuando las plantas se vuelvan más grandes.
  • Lo ideal es que haya 10 cm de distancia entre las plantitas para que desarrolle raíces voluminosas y saludables.
  • Escaloná la siembra cada 15 días para tener rabanitos siempre frescos.

¿Qué necesita?

  • Se adapta a todo tipo de suelo, aunque prefiere uno mullido y rico en humus.
  • Riego frecuente. Ante la falta de agua, tenderán a florecer y a volverse corchosos.

Cosecha

  • A los 30 o 40 días vas a ver asomar los rabanitos en la base de la planta. Arrancá con cuidado la planta entera.
  • Los rabanitos son de rápida germinación, solo le lleva tres días tras la siembra.

Rabanitos incipientes. En la primera fase de germinación, las babosas y los caracoles pueden terminar con los brotes. Si hay ataque de estos moluscos, se puede enterrar hasta el borde y en el mismo contenedor un vasito plástico y llenarlo de cerverza. Babosas y caracoles caerán en la trampa.

Rabanitos incipientes. En la primera fase de germinación, las babosas y los caracoles pueden terminar con los brotes. Si hay ataque de estos moluscos, se puede enterrar hasta el borde y en el mismo contenedor un vasito plástico y llenarlo de cerveza. Babosas y caracoles caerán en la trampa. Fuente: Jardín - Crédito: Archivo

En macetas de hasta 0,50 m de profundidad

Pepino

Pepinos. La planta en maceta se puede hacer trepar sobre un cerco y que su hábito sea colgante, en vez de armarle tutores con cañas. Es a la vez útil y decorativo. Si el fruto se apoya sobre el suelo, puede llegar a pudrirse. Se cosechan cuando alcanzan el tamaño de una banana.

Pepinos. La planta en maceta se puede hacer trepar sobre un cerco y que su hábito sea colgante, en vez de armarle tutores con cañas. Es a la vez útil y decorativo. Si el fruto se apoya sobre el suelo, puede llegar a pudrirse. Se cosechan cuando alcanzan el tamaño de una banana. Fuente: Jardín - Crédito: Archivo

Siembra

  • Podés sembrarlo en almácigo o en su maceta definitiva. Si lo hacés en almácigos, es preferible que recurras a macetitas pequeñas de plástico y no a bandejas de cultivo porque crecen rápidamente y sufren el trasplante.
  • En hoyos de 2 cm de profundidad, colocás las semillas, que germinarán a los siete días.

¿Qué necesita?

  • Exposición soleada y sustrato con abundante materia orgánica.
  • Un tutorado en forma de pirámide con cañas o listones de madera para que la planta se aferre a medida que se va desarrollando. Podés hacer trepar a la planta sobre un cerco en lugar de armarle tutores.
  • Aporcar la tierra y el compost en la base de los tallos para obtener una mejor cosecha.
  • Riegos frecuentes. Nunca mojes las hojas.

Cosecha

  • A los dos o tres meses de la siembra, de forma escalonada, cuando los frutos alcancen una longitud y grosor adecuadas para cada variedad.
  • Cosechá por la mañana y antes que los frutos empiecen a tomar una coloración clara o verde amarillenta, para que la pulpa sea compacta y crocante.

Albahaca

Albahaca. Una aromática que es preferible consumir fresca, ya que disecada pierde sus cualidades; recién cosechada, duplica su aroma y sabor.

Albahaca. Una aromática que es preferible consumir fresca, ya que disecada pierde sus cualidades; recién cosechada, duplica su aroma y sabor. Fuente: Jardín - Crédito: Matteo Badini, Pexels

Siembra

  • En almácigos (vasitos plásticos o bandeja de cultivo).
  • Cuando las plantitas alcanzan los 10 cm, podés trasplantarlas a su maceta definitiva. Se siembra entre septiembre y noviembre.

¿Qué necesita?

  • Exposición soleada y un sustrato suelto y nutritivo, rico en materia orgánica.
  • Al mes de trasplantarla, podá las ramitas externas para favorecer el desarrollo de las yemas laterales.
  • Aplicá cobertura al pie de la planta (paja seca, chips) y regá de forma moderada.

Cosecha

  • Cosechá de manera escalonada, es decir, a medida que la vas consumiendo.

Con las primeras heladas, será necesario proteger a las plantas más sensibles al frío. Las albahacas todavía estarán deslumbrantes y productivas, pero las primeras heladas terminarán con ellas. Si están cultivadas en maceta, es posible simplemente mover el contenedor a un lugar soleado pero con cierto resguardo.

Qué maceta elijo

A la hora de decidir qué macetas usar, es importante que tengas en cuenta las características de los contenedores, el espacio disponible y la capacidad que requieren ciertas especies, entre otros factores.

Las macetas de terracota o barro cocido son estéticas y además tienen la ventaja de estar hechas de un material poroso, pero son pesadas y frágiles. Las de plástico son livianas, resistentes y económicas, pero a diferencia de las de terracota, no dejan salir la humedad. Las de fibrocemento y piedra París son los contenedores de mayor capacidad, pero son pesados y difíciles de manipular. Ubicados estratégicamente en las zonas de más resistencia de terrazas y balcones, son aptas para cultivar tomates, berenjenas, chauchas o pepinos. Las metálicas, generalmente fabricadas en aluminio galvanizado, son impermeables y, al sol, calientan el sustrato y perjudican a las raíces. Las de madera son estéticas, duraderas y resistentes, pero requieren mantenimiento. Las de tela -tipo bolsillos, que se cuelgan en la pared, en rejas o en barandas de balcones- son muy livianas, adaptables y permeables, pero suelen ser más caras que las demás.

Por Gabriela Escrivá, técnica en Floricultura y jardinería.

 

“Un libro no acabará con la guerra ni podrá alimentar a cien personas, pero puede alimentar las mentes y, a veces, cambiarlas”

Paul Auster