El Australia Open trabaja ya en la organización de su torneo, que está previsto para finales de enero del próximo año (del 18 al 31 de enero), pero para ello está negociando con el gobierno del país con el objetivo de que se eliminen las cuarentenas obligatorias para los jugadores, algo que podría suponer que las ausencias de tenistas importantes se multiplicara.

En este sentido, Craig Tiley, máximo dirigente del Open, aseguró a AP que "si un jugador tiene que venir a estar dos semanas encerrado en un hotel, no lo va a hacer. No puedes pedir a los jugadores que hagan cuarentena durante dos semanas y que justo después empiecen a jugar un Grand Slam", ha avisado.

Australia impuso hace unas semanas una cuarentena obligatoria de dos semanas para todos los visitantes que llegaran al país. Aunque hay jugadores que ya han confirmado su presencia en el torneo australiano, como Roger Federer o Serena Williams, Tiley afirma que "estamos negociando para tratar de obtener un acuerdo con el objetivo de que la cuarentena sea en un lugar en el que puedan entrenar y desplazarse del hotel a la pista durante esas dos semanas", ha contado. Otros tenistas sopesan aún si participar en Australia debido precisamente a esas condiciones previas.

La idea es hacer una burbuja al estilo de las que se han desarrollado en Nueva York o País, durante los 'Grand Slam' que se han disputado en ambas ciudades.