No había vuelto a su mejor nivel tras el regreso del tenis, pero poco a poco Diego Schwartzman va recuperando las buenas sensaciones. No sin sufrimiento, pero así es como va ganando ritmo de competición y volviendo a ser el que era. El argentino, que ayer tumbó a Millman, remontó hoy un difícil partido ante el polaco Hubert Hurkacz en los octavos de final del Masters 1000 de Roma y acabó ganando 3-6, 6-2 y 6-4.

El Peque comenzó rompiendo rápido a su rival, pero perdió sus dos siguientes saques. Se le escapó el set y tuvo que remar y tirar de garra, como tanto le gusta. Mejoró en el segundo parcial y equilibró las cosas. En el tercero, el bonaerense superó un 4-2 cuando más difícil lo tenía, encadenando cuatro juegos consecutivos.

Tras el varapalo del US Open y el flojo nivel también en Kitzbuhel, Schwartzman está volviendo a disfrutar del tenis en Roma, por lo que llegará mejor a Roland Garros, el último Grand Slam que queda en este atípico año 2020. Si recupera su habitual solidez y regularidad es muy peligroso y puede ganar a cualquiera.

Precisamente, mañana mismo ya necesitará dar su mejor nivel si quiere acceder a las semifinales. Enfrente tendrá a su amigo Rafa Nadal al que nunca ha podido vencer en los nueve partidos previos. Eso sí, casi siempre suele darle guerra e incluso en el Garros de hace dos años le puso en serios aprietos. Solo la aparición de la lluvia cambió una más que posible sorpresa. El manacorí llegará muy sólido tras deshacerse de Carreño y Lajovic sin problemas.

Los otros tres cuartos de final estarán protagonizados por el número uno del mundo, Novak Djokovic, que se medirá al alemán Domink Koepfer, el italiano Matteo Berrettini jugará contra el noruego Casper Ruud y el búlgaro Grigor Dimitrov se las verá con el canadiense Dennis Shapovalov.