A un mes de la reapertura, los bares y restaurantes de la ciudad no pueden levantar cabeza, con solo un 20% de la ocupación diaria (que aumenta a 30% los fines de semana) y una reducción en los días y horarios de atención se complica cumplir con los compromisos fijos que incluyen impuestos y salarios para las personas que desarrollan diferentes actividades en los emprendimientos.

"Lamentablemente la gente tiene temor de ir a los negocios, sobretodo la gente mayor. Los más jóvenes se animan a los lugares que ofrecen cerveza artesanal pero el resto está muy mal" aseguro en diálogo con Marcelo Garrido, Demetrio Álvarez representante de los gastronómicos a nivel local.

El representante sostiene además que otro factor importante que lleva a no planificar una salida para comer fuera de casa tiene que ver con la cuestión económica, el ticket promedio para dos está en 2000 y con los tiempos que corren se piensa bien adónde destinar ese dinero.

"Los casos que están picando cerca complican y ojalá no volvamos a fase uno porque eso nos terminaría de matar. Con los empresarios trabajamos en conjunto para cuidar la fuente de trabajo, si no es así nos hundimos todos. No queremos trabajadores despedidos pero cada vez está más difícil" asegura Álvarez.

"El turismo está muerto y los hoteleros hace 5 meses que no abren sus puertas.Todos los días tenemos reuniones, es duro lo que está pasando. No tenemos recaudación y eso deteriora la obra social que solo atiende urgencias, nos asusta ver hasta cuándo vamos a seguir con este tema" finalizó.