Otra vez, la quema de pastizales indiscriminada provocó que gran parte de la ciudad de Santa Fe se cubriera de humo. Pero en esta ocasión, la diferencia estuvo marcada por la magnitud del fenómeno.

Un cordón de fuego, a la vera de la ruta 168, alcanzó zonas de Rincón, Colastiné, La Guardia, y la zona de islas de Alto Verde. Desde la costanera santafesina se podían observar densas columnas de humo que se elevaban y lentamente abrazaban a la ciudad capital, especialmente el centro y sur provocando en algunas personas dificultades para respirar.

La sequía extraordinaria y la pronunciada bajante del río Paraná no ayudan y reavivaron en los últimos días los incendios.

El fin de semana, las quemas se registraron en una franja que va desde la capital provincial hasta Villa Constitución. En Rosario también se percibieron los efectos de los incendios a través del humo que se respiró en la ciudad durante el fin de semana.

"Fue un fin de semana movidito", sintentizó el director de Protección Civil de Santa Fe, Gabriel Gasparutti a inicios de esta semana. El funcionario dijo que hubo focos frente a Santa Fe, Coronda, San Lorenzo, Rosario y Villa Constitución. Y contó un caso revelador: en Rincón, al norte de la capital provincial, se prendió fuego un pastizal donde en épocas de lluvias y altura del río normal hay agua.

"Durante todo el fin de semana se trabajó mucho para combatir el fuego", contó Gasparutti. Incluso los dos aviones hidrantes que están afectados a esa tarea desde hace un par de semanas lo hicieron durante todo el fin de semana, operando desde los aeroclubes de Alvear y de San Nicolás. Pero en la provincia creen que, a diferencia de otras veces, estos últimos incendios no fueron intencionales.