Hector Vicentín uno de los dueños de la empresa que está en boca de todo el país,  rompió el silencio y habló con Mañana Oh! sobre su historia y las sensaciones en este momento que les toca vivir y ante el cual asegura “recién ahora estamos tratando de asimilar el golpe y salir del estado de shock y la injusticia arbitraria para nosotros”.

Con 75 años de vida, Hector conoce la historia y carga con ella aunque también sabe que el legado y la pertenencia es algo que ellos como familia no pueden negar con más de 90 años de presencia en Avellaneda,  la ciudad del norte santafesino, en cuyas calles transitan y donde por aquel momento que se inició la fábrica el reloj que marcaba la hora del pueblo era el silbido que señalaba el ingreso de los operarios a su jornada laboral.

En 1929 Pedro y Francisco Vicentín arrancaron con un almacén de ramos generales que funcionaba donde hoy están las oficinas, después los horizontes se fueron ampliando con diferentes actividades agropecuarias y se incorporaron en la zona sus empresas satélite.

La fábrica de aceite responsable del gran salto de la empresa familiar llega en el año 1943 y con ella la  decisión de recibir inversiones que comenzaron a llegar hasta Avellaneda y permitieron crear y ampliar las máquinas extractoras y con el paso del tiempo el cultivo y uso de la soja.

“Yo no creo que el Estado Nacional nos haya regalado absolutamente nada” asegura Vicentin al recordar parte de la expansión hacia el sur de la provincia, más precisamente en el puerto de San Lorenzo “donde con gran sacrificio, trabajo y sudor compramos el predio y construímos empresas para luego ir a Chaco y a Santiago del Estero a invertir en el algodón”.

“No me puedo olvidar tampoco cuando intervenimos para salvar las fuentes de trabajo y acudimos en ayuda al frigorífico Friar y luego con los 400 empleados que iba a dejar en la calle la hilandería en Avellaneda que actualmente tiene una tecnología de primera a pesar de que hoy el negocio anda muy mal. Ayudamos a Sancor por lo cual fuimos muy criticado y no quiero dejar pasar todas las obras en el marco de la responsabilidad empresarial” explica Hector.

“Yo sé que la gente no nos apoya solamente por Vicentín, sino por su libertad y lo que creen que les pertenece tratando de resistir a este avance sin razón por parte del gobierno y es emocionante realmente” .

“Muchos no conocen todo el movimiento que genera y lo que se creó, lo que llegamos a ser gracias a esto. Nosotros para los insumos siempre priorizamos el compre local y sabemos que muchos negocios se crearon por eso. La expropiación no era la salida, teníamos alternativas viables para una solución y esto es peligroso para el futuro” dice antes de colgar el teléfono.