Una pareja de turistas de Buenos Aires disfrutaba de los maravillosos escenarios de Villa La Angostura. Habían partido de las calles porteñas, tomaron la ruta y llegaron a la Patagonia.

En una de las excursiones que emprendieron con su auto, estacionaron para ir a la cascada del río Bonito. Al regresar al vehículo, se encontraron que lo habían desvalijado.

Sucedió que en en forma simultánea a cuando llegaron al lugar se estacionó otro auto, un Ford Ka, blanco, del que bajaron dos personas. Pensaron que eran turistas como ellos.

Al querer usar el cierre centralizado de puertas, se dieron cuenta de que este no funcionaba. Pensando que era un problema de la batería, o tal vez de la alarma, no le dieron tanta importancia en un lugar tranquilo. Así que emprendieron el camino a la cascada, a unas cuadras de la ruta del auto.

 

 

El robo tras el regreso de la cascada

Disfrutaron de la cascada y de ver cómo caía el agua. Pero mientras, en el auto de los turistas porteños pasaban cosas. Minutos más tarde, cuando vieron el auto, se encontraron con la escena: lo habían vaciado de sus pertenencias. Casualmente, el Ford Ka blanco que se había estacionado en las cercanías, también se había ido.

Esto encendió las sospechas, y alertaron al 911, además de que descendieron del camino del cerro Bayo para ir a la comisaría de Villa La Angostura, que está sobre el cruce.  Con la descripción del vehícculo, la policía pudo interceptarlo en camino a la ruta 40, informó el portal La Angostura Digital.

En el procedimiento, que por ley debe autorizar un juez para la requisa, se recuperaron los elementos robados del vehículo de una pareja de turistas.

En ese marco, ese portal también señala que encontraron los elementos encontrados en el interior del automóvil que les habían robado a los turistas.

 

La modalidad del robo y cómo estar alertas

En la requisa también encontraron los equipos electrónicos que los delincuentes utilizaron como inhibidores de alarmas. Este sistema bloquea la señal que cierra las puertas  mediante los cuales interfieren la conexión de la llave y el cierre centralizado que impide la señal para que se cierren las puertas.

Los autores permanecen alojados en comisaría, donde se hicieron las diligencias procesales correspondientes con intervención de la fiscalía local.

Los inhibidores son portátiles y algunos se colocan dentro de los vehículos de los delincuentes, con un rango incluso mayor.

La recomendación es no tener objetos de valor dentro del auto. En algunos casos, hasta han copiado las llaves de la casa y tienen la dirección porque figura en la cédula  u otro documento que también figura en el auto. Devuelven el auto como si nada, y al cabo de unos días les desvalijan la casa, contó La Nación.

Por esto, hay que cerciorarse manualmente de que la puerta del auto quedó cerrado. Una opción es activar el cierre manual, metiendo y girando la llave. De esta manera, se evitan sorpresas contra esta modalidad delictiva.