Un apretón de manos le dio Putin a Kim, luego de esperarlo durante veinte minutos en el campus de la Universidad Federal del Lejano Oriente, en la isla de Russki, donde se reunieron.

Sentados muy cerca uno del otro, la conversación empezó con un tono cordial y se fue desarrollando de esta forma, pues, el mandatario ruso aprovechó para expresarle a su homólogo norcoreano la expectativa que tiene su visita para desarrollar lazos bilaterales.

Putin aseguró que le da la bienvenida a todos los esfuerzos que Kim hace para normalizar las relaciones entre Pyongyang y Washington, tras el fracaso de la cita entre Kim y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en Hanói en el pasado mes de febrero.

"Agradecemos sus esfuerzos para desarrollar el diálogo intercoreano y para normalizar las relaciones entre Corea del norte y Estados Unidos", dijo Putin a Kim durante la cumbre.

Este encuentro en tierras rusas es una oportunidad para que Corea del Norte logre un apoyo más sólido de Rusia para su propuesta de una desnuclearización gradual, acompañada de un levantamiento progresivo de sanciones.

El líder norcoreano dijo que esta cumbre con el presidente Putin ayudará a evaluar conjuntamente los problemas de la península de Corea y a coordinar sus posturas.

Por su parte, a Moscú le interesa este tipo de reuniones, pues, así demuestra que sigue teniendo influencia en la península coreana.