El Gobierno de Donald Trump evalúa suprimir algunas de las 12 categorías que permiten a los ciudadanos de Estados Unidos viajar a Cuba. Esta decisión podría afectar a las aerolíneas y cruceros que aceleraron su actividad luego del deshielo que comenzó en el 2014.

Carrie Filipetti, la segunda en jerarquía del Departamento de Estado para América Latina, manifestó que en la actualidad se está reconsiderando "si debe autorizarse cualquier viaje que no sea por motivos familiares, porque quiere evitarse que el dinero de los viajeros vaya a parar a las manos del régimen cubano".

Los estadounidenses no tienen permitido hacer turismo en el país isleño, pero pueden viajar si cumplen con algunas de las 12 categorías vigentes como: visitas gubernamentales, actividades de medios de comunicación o centros de investigación, proyectos educativos, religiosos y médicos, entre otras.

"Al proclamar las nuevas medidas, se tomó en cuenta el efecto en los cubanos comunes y corrientes. El objetivo del Gobierno de Donald Trump es asegurar un respeto a los derechos humanos en Cuba y una rápida transición hacia la democracia", enfatizó la diplomática del país norteamericano.