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Sociedad 06.04.2019

Habló Ángel Hernández, el hombre que ayudó a morir a su mujer con esclerosis múltiple en España: "Ella quería hacerlo, no podía, y yo le presté mis manos"

"No tengo miedo, ella ya no sufre más", dijo tras recuperar la libertad. María José Carrasco padecía una enfermedad terminal irreversible, y desde hacía mucho tiempo luchaba para que la dejaran morir con dignidad

Fuente: INFOBAE

Ángel Hernández, el español que ayudó a morir a su esposa María José Carrasco, enferma terminal, aseguró este viernes que su gesto fue "un acto de solidaridad" y admitió que tomar la decisión fue "terrible".

Hernández, de 70 años, quedó ayer en libertad sin medidas cautelares tras prestar y admitir los hechos ante el juez, tras lo cual aseguró que no tiene miedo y que está muy tranquilo porque su mujer ha dejado de sufrir después de que padeciera desde 1989 una esclerosis múltiple con una discapacidad del 82 %.

Hernández convocó a la prensa en su domicilio, donde reclamó una ley de regulación de la eutanasia que – recordó – "está en el Parlamento, se ha intentado que se aprobara pero tanto el PP (Partido Popular, conservador) como Ciudadanos (liberales) la han bloqueado".

"Lo que me interesa no es que me apoyen y que reconozcan qué valiente he  sido o lo que hemos hecho, sino que sirva para que la eutanasia se apruebe, por el sufrimiento que estamos padeciendo muchísima gente, como mi mujer", subrayó.

 

 

 

 

 

(El último y dramático video de la mujer que fue asistida por su marido para morir)

El hombre aseguró que la valiente fue María José, su mujer, "porque es difícil decir se acabó".

 Los policías se portaron muy bien. Me decían que ‘es la ley’, pero que ellos habrían hecho lo mismo. Sí, es la ley, pero está equivocada, se tendría que haber solucionado hace tiempo

Consideró que lo que ha hecho es "un acto de solidaridad". "Ella no podía y yo he tenido que prestarle mi mano, ella lo quería hacer, no lo podía hacer y yo le he prestado mis manos".

Hernández aseguró que no tiene mucho interés en contactar con políticos y sindicatos, aunque sean ellos los que tienen que impulsar y decidir en el Parlamento si se regula la eutanasia.

María José Carrasco y Ángel Hernández en su juventud

María José Carrasco y Ángel Hernández en su juventud

Sin embargo, la regulación de la eutanasia ha entrado de lleno en la campaña electoral española, a tres semanas de las elecciones parlamentarias.

La portavoz del Gobierno socialista español, Isabel Celáa, aseguró hoy en rueda de prensa que es un compromiso del Ejecutivo impulsar "la regulación de derecho a una muerte digna con todas las cautelas".

Del lado contrario, los obispos católicos españoles afirmaron, en la voz de su portavoz, Luis Argüello, que "la muerte provocada no es la solución a los conflictos". "No pienso, Dios me libre, en la cárcel para nadie, pero sí en la necesidad, desde la radical defensa de la vida" de apoyar cualquier decisión que evite "que la muerte sea la solución de los problemas", argumentó.

La plataforma Change.org suma ya más de 160.000 firmas para que la Fiscalía no presente cargos contra Hernández.

Para Hernández fue un alivio regresar a su casa luego de una noche en prisión."Me duché, porque es desagradable estar sobre una colchoneta encima de una piedra que te destroza la espalda. Además yo tengo una hernia discal. Menos mal que me llevé la medicación para que no me doliera", relató para El País. "No me dormía. Me levantaba y paseaba en un habitáculo de cuatro por cinco metros, como un animal enjaulado. Lo que más me fastidiaba era que no podía hacer los trámites necesarios para atender a mi mujer. Tenía que haber ido al Instituto Anatómico Forense y haber hablado con quienes le hicieron la autopsia. Y preparar su incineración", continúa. "No lo pude hacer porque estaba allí. Los policías se portaron muy bien. Me decían que 'es la ley', pero que ellos habrían hecho lo mismo. Sí, es la ley, pero está equivocada, se tendría que haber solucionado hace tiempo", añade Hernández.

Con información de EFE

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