De forma sorpresiva, este viernes Corea del Norte le ofreció más negociaciones a Estados Unidos luego de que ambos países intentaron mantener una puerta abierta sin dejar de defender sus posturas en la cumbre que se celebró esta semana en Hanói, que terminó sin un acuerdo de desnuclearización del régimen de Pyongyang.

El encuentro entre el líder del país asiático, Kim Jong-un, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tuvo un cierre de forma abrupta el jueves pasado, sin ningún comunicado oficial conjunto ni tampoco con una ceremonia de firma.

Cada mandatario trató de responsabilizar al otro del veloz desenlace. Tanto es así, que el mandatario estadounidense enfatizó que Corea del Norte le había solicitado que se levantaran todas las sanciones correspondientes a sus programas de armas prohibidas.

Sin embargo, en una particular conferencia de prensa, el ministro de Relaciones Exteriores norcoreano manifestó que únicamente habían pedido que se "suavizaran" algunas de las sanciones a cambio de clausurar "todas las instalaciones de producción nuclear" del complejo de Yongbyon.

Más allá de las discrepancias entre los titulares de ambos Estados, en las últimas horas la agencia oficial de noticias norcoreana, KCNA, destacó que los dos líderes habían mantenido en la capital de Vietnam un "intercambio constructivo y sincero".

"La reunión de Hanoi fue exitosa y Kim le prometió a Trump otro encuentro", relató el medio KCNA. De forma parecida, el mandatario estadounidense afirmó antes de abandonar Hanói que esperaba verse de nuevo con su par de Corea del Norte. "Prefiero hacerlo bien que hacerlo rápido", aseguró sobre el acuerdo.