Un sondeo realizado por la firma Odoxa para el diario Le Figaro reveló que el presidente Emmanuel Macron no sedujo a seis de cada 10 ciudadanos, aunque sus propuestas sí encontraron en solitario un respaldo destacado, y el 54 por ciento de franceses estimó que las protestas de los chalecos amarillos, iniciadas hace tres semanas, deben continuar.

El Gobierno de Macron declaró ayer estado de emergencia económica y social y anunció un grupo de disposiciones, entre ellas, el aumento de 100 euros del salario mínimo y la congelación del alza de las cotizaciones para los jubilados con pensiones inferiores a los dos mil euros.

Para el líder de Francia Insumisa, Jean-Luc Melenchon, las medidas del presidente no responden a las demandas de la población, pues los sectores más ricos continúan siendo los más privilegiados, y convocó a otra marcha para el sábado.

Francia Insumisa, junto a los partidos Comunista y Socialista, con representación en el parlamento francés, presentan este martes una moción de censura contra el Gobierno de Emmanuel Macron por su mala gestión ante la crisis, mientras que el mandatario anunció una serie de medidas sociales con la intención de frenar las protestas del movimiento conocido como "los chalecos amarillos".

"Macron no fue lo suficientemente lejos y su plan dividirá a los franceses", aseguró a la cadena local BFM TV el secretario nacional de la formación comunista, Fabien Roussel, mientras los descontentos continúan las manifestaciones en las calles.

Los diputados deben votar a favor de la moción al menos 48 horas después de su introducción. Analistas consideran poco probable su aprobación porque La República en Marcha, de Macron, cuenta con la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional.

No obstante, el secretario general socialista, Olivier Faure, señaló que ésta es una manera de denunciar la reprochable gestión del mandatario y mostrar que existen otras alternativas.