La postergación del partido de ida de la finalísima de la Copa Libertadores entre Boca y River provocó un efecto cascada en la Superliga, ya que para este domingo estaban programados cinco partidos.

Apenas conocida la decisión de la Conmebol, el presidente de la Superliga, Mariano Elizondo, se reunió con la gente de las dos cadenas que tienen los derechos de televisación del torneo y con funcionarios del Ministerio de Seguridad para determinar los pasos a seguir.

Finalmente, se reprogramaron para el lunes los partidos que debían disputarse en Capital: Vélez-San Lorenzo y Huracán-Godoy Cruz. En cambio, los tres que se realizan en la provincia de Buenos Aires se realizarán como estaba dispuesto: Independiente-Belgrano, a las 13.15, Gimnasia-Racing, a las 15.30, y Banfield-Lanús, a las 17.45

El primero en suspenderse, poco después de las 16, fue Vélez-San Lorenzo, que debía jugarse este domingo a las 20 en Liniers. Poco después, la Superliga informó que fue reprogramado para el lunes a las 21.30.

También fue suspendido, por falta de disponibilidad policial para el operativo, el encuentro entre Huracán y Godoy Cruz, en el Palacio Ducó. También se jugará el lunes, aunque a las 19.15.

Para esa fecha ya estaban programados Tigre-Argentinos (a las 19), Patronato-San Martín (T) y Newell's-Defensa y Justicia (ambos a las 21.15).