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Deportes 05.11.2018

"Estoy y disfruto en el club que quiero", destacó Herrera

El Chaqueño le abrió las puertas de su hogar a Ovación el día después de haber sido la figura canalla del clásico. "Siento el cariño de la gente", confesó el atacante.

Fuente: La Capital por Mariano Bereznicki

Es el jugador del pueblo canalla de la modernidad. Germán Herrera vive un presente perfecto. Viene de convertirle un nuevo gol a Newell's y ser la figura excluyente del clásico por Copa Argentina. Sin embargo, sigue con su bajo perfil. "Estoy y disfruto en el club que quiero", fue la primera reacción que mostró ni bien arrancó la ronda de mates en la charla en exclusiva que le concedió a Ovación en la intimidad de su hogar. "Llegué a este partido muy bien. Incluso intuía que podía hacer un gol. Por suerte todo terminó saliendo muy bien", confesó el Chaqueño ante la angelical mirada de su esposa Jaquelina y mientras en ese flash espontáneo a su hija Martina se le ocurrió ensayar "un grito de gol de papá" ante la indiferencia del pequeño Thiago y la ausencia de Abril "que está en el colegio", tiró el atacante de manera relajada "porque para mí es un día normal".

¿Cómo llevás el día después de haber sido el gran protagonista del clásico?

Lo vivo como un día normal. Me levanté, fui a entrenar y luego me quedé en casa con la familia. Lo tomo con mucha calma, aunque a la vez disfruto de este presente. Lógico que haber ganado el clásico es lo que más feliz me puso, de eso no hay dudas. Claro que el gol que hice es algo muy importante y valioso a nivel personal porque todos sabemos lo que representa marcar en un partido tan especial. Pero después, trato de seguir con la vida que llevo siempre.

¿No te cambió nada haber sido el mejor en el partido más importante de la última década para la ciudad?

No. Aunque sé y valoro mucho el reconocimiento que me dieron todos en este día. Pero sinceramente trato de continuar con mi rutina diaria. Claro que esta noche (anoche) nos juntaremos a comer con mis hermanos y papá en Ibarlucea. Será como una especie de festejo íntimo si se quiere porque por diversos motivos no pudimos vernos.

 

La postal muestra a Germán y a su esposa Jaquelina junto a sus hijos Martina, Thiago y Abril enfundados con los colores auriazules.

La postal muestra a Germán y a su esposa Jaquelina junto a sus hijos Martina, Thiago y Abril enfundados con los colores auriazules.

 

¿A qué se debía esa confianza que mostraste en la charla que mantuviste con Ovación en la previa del clásico?

Sí, cuando hablamos destaqué que me sentía bien porque percibía por dentro que llegaba a este partido con mucha confianza. Es más, intuía que podía incluso hacer un gol. Por suerte todo terminó saliendo muy bien.

¿Coincidís con que el hincha te reconoce más ahora que cuando asomaste en primera en 2002?

Sí. Ahora me siento más querido. Los hinchas me demuestran su cariño desde hace un tiempo y eso es algo maravilloso para todo jugador. Quizá cuando subí a primera de la mano de Miguel (Russo) era muy chico porque tenía 19 años. Además jugué poco porque me vendieron enseguida, más allá de que me tocó jugar cosas muy importantes como Copa Libertadores siendo un juvenil. Pero pasé poco tiempo y es como que recién estaba haciendo un camino y por eso la gente mucho no pudo verme a pleno en ese momento. Luego con el correr de los años, la propia experiencia te va amoldando y marcando. Pero más que nada siento satisfacción a nivel personal.

¿Por qué?

Porque estoy y disfruto en el club que quiero. Defiendo la camiseta que me vio nacer en el fútbol y dio la posibilidad de ser alguien. Lo importante además es que ahora puedo ayudar al equipo. Trato también de darle lo máximo a la institución.

Los goles en el clásico potenciaron ese afecto.

Creo que desde antes de este gol me demostraban mucho cariño. Me lo dicen en la calle o algún otro lugar. En este sentido solo tengo palabras de agradecimiento para el hincha.

 

Germán tiene un cuadro en el que se refleja el paso por los distintos clubes a lo largo de su carrera.

Germán tiene un cuadro en el que se refleja el paso por los distintos clubes a lo largo de su carrera.

 

¿Sabés que no es frecuente que un jugador regrese al club que lo formó con 32 años y que además pueda rendir bien?

Sí, pero en este sentido siempre supe que para volver y jugar en Centraldebía estar muy bien. Y lo estaba mentalmente pese a que me vine de Brasil sin tener esa regularidad que había logrado en años anteriores. En ese aspecto el hecho de pasar por Emiratos Arabes hizo que me termine costando readaptarme al fútbol cuando me contrató Vasco da Gama.

 

Pero viniste igual.

Claro. No dudé nunca cuando el Chacho (Coudet) me llamó y preguntó si quería volver. Me dijo que había una chance y le dije que me contara. Ni bien le dio el okey rescindí el contrato con Vasco pese a que tenía un año más de vínculo. Sentía que era el momento que tanto estaba esperando. Tenía la posibilidad de regresar a mi casa y no lo dudé. Al contrario, en la familia estábamos todos muy felices.

¿Estás hecho a la medida de Central, ya que el hincha se identifica mucho con tu juego y entrega?

Es que siempre me caractericé por pensar y jugar en función del equipo. Siempre lo entendí así y tal vez eso me llevó a que la gente me quiera. No sólo en Central, club que somos hinchas en toda mi familia, sino además en los otros lugares que jugué como Gremio, Corinthians, Botafogo, Vasco y hasta en Emiratos Arabes. Es como que la gente valora mucho mi respeto por la camiseta que defiendo y me lo hace notar con el afecto que me dio en su momento o brinda ahora el hincha de Central, que lo llevo en mi corazón.

¿Se disfruta más todo esto al ser hincha?

Ni hablar. Al menos lo disfruto muchísimo. Tener la posibilidad de vestir esta camiseta es todo un orgullo. Estoy donde quiero además. Cómo no voy a valorar todo eso. Si hasta mi familia está feliz. Quizá lo vivo así porque sé que no es fácil que un jugador que salió del club del cual es hincha pueda volver luego de muchos años. Me siento un afortunado de defender esta camiseta otra vez. Acaso cuántos jugadores que salieron de acá darían mucho por volver y no pueden hacerlo por muchísimas circunstancias.

El tiempo es tirano. Eso lo tenés claro.

Por supuesto. Trato de brindarme al máximo cada vez que puedo. Pero si el día del mañana veo que debo hacer un paso al costado por el bien del club lo haré. Siempre buscaré lo mejor para Central.

¿Es verdad que sos de los que piensan que el jugador no juega como se entrena?

Sí, es así. Entiendo que no es lo mismo un entrenamiento que un partido oficial. Comprendo y respeto muchísimo el valor de los entrenamientos. Eso te permite estar bien, aceitar cosas y poder sincronizar. Te ayuda a mejorar y a crecer en el día a día. Pero los partidos son otras cosas. Ahí tenés que rendir siempre porque tienen otra responsabilidad e intensidad. No podés aflojar jamás. Siento y el fútbol de esta manera.

¿Te hubiese gustado que los hinchas te hayan disfrutando en tu mejor momento, que fue en Brasil?

No sé. Las cosas suceden siempre por algo. No me hago la cabeza por eso. Hice gran parte de mi carrera en Brasil, donde estuve varios equipos muy importantes, fue feliz y me fue muy bien desde lo deportivo. Pero no miro el pasado. Me baso en el presente, que es Central y es lo más lindo que me pasa en la actualidad. Como dije antes, estoy muy cómodo en este club, que llevo en mi corazón.

¿Te reprochás algo a nivel deportivo?

No, porque fui feliz en cada uno de los lugares donde estuve. Y eso que pasé muchos años en Brasil donde viví en San Pablo (Corinthians), Río de Jainero (Botafogo y Vasco da Gama) y Porto Alegre (Gremio); también me radiqué un tiempo en La Plata (Gimnasia), Capital Federal (San Lorenzo), España (Real Sociedad) y Emiratos Arabes (Emirates Club). Estoy muy contento con la carrera que llevo hasta el momento.

¿Te cambia o condiciona en algo el hecho de que venís siendo uno de los más mimados por la gente?

No, para nada. Me fue muy bien en los últimos clásicos y siempre me brindo por completo al equipo. Pero eso no modificará mi forma de ser o de manejarme en la vida. Quienes me conocen sabe cómo pienso y actúo en cada momento. Respeto a todos por igual y sólo me dedico a hacer lo que más gusta con pasión cada vez que salgo a una cancha.

Sucede que sos de muy bajo perfil.

Siempre fue así. Por eso debe ser que no tengo redes sociales. Las cosas importantes las comparto con mis seres queridos. Además dije cuando volví que venía para dar una mano desde el lugar que sea. Acá lo importante es Central. A veces las cosas me salen bien y otras no tanto. Pero siempre seré igual. Lo colectivo y el club estará siempre por encima de todo.

Entre los goles clásicos y el sueño de pibe

Ya es una marca registrada en la memoria de los derbys. Sea por actitud como goles claves. "No sé si entré en la historia, pero sí que fueron momentos inolvidables", desprende con cierta timidez el Chaqueño antes de tomar el enésimo mate, que tiene impreso en el marco plateado los nombres de los integrantes de la familia y luce un cuero cuidado. "Me enorgullece haber marcado de nuevo en un clásico porque es algo que no sucede todos los días", acotó. Luego buceó en el pasado. En la infancia. Esa misma que arrancó "con un sueño como cualquier chico de querer llegar a primera. Pero me esforcé siempre. Le puse muchas ganas, que es lo más importante porque hay pibes que tienen mucha técnica pero no llegan", expresó. "Recuerdo que llegué a Central en novena división porque me llevó a probar Lelio Groso, quien era mi DT en El Torito. Es más, no sé qué hubiese pasado si Lelo no me decía eso en aquel momento", sostuvo Germán con emoción y gratitud. "Pero recién a los 16 años empecé a ver que podía llegar a la primera. Lo hice a los 19 por suerte", enfatizó. Estuve casi un año y me vendieron a San Lorenzo. Con esa plata compramos la casa, ya que en ese momento no teníamos. Es más, hoy en día ahí vive mi mamá (Norma). Para nosotros comprar el techo fue muy importante", largó en cámara lenta y ojos brillosos un Chaqueño tan claro como sincero y su mirada se perdía en la nada.

“¿Qué tiempos son éstos en los que tenemos que defender lo obvio?" ”

Bertolt Brecht