Un matrimonio que vivía en calle Francia al 1100 fue encontrado sin vida el miércoles pasado en el marco de una escena que causó conmoción a vecinos y agentes policiales que intervivieron en los primeros minutos del hallazgo.

Yacían en la cocina de la vivienda, mientras que su hijo discapacitado motriz estaba con vida, pero en grave estado, en una habitación de la planta alta.

Eran Rafael Espino, de 62 años (empleado público que se desempeñaba en la Junta Electoral Provincial); y Mónica Rampazzo, de 57 (jubilada administrativa del Ministerio de Educación). En tanto, su hijo, Rodrigo, de 35 años, fue trasladado de urgencia al hospital Cullen bajo un cuadro de deshidratación e hipotermia. El joven terminó falleciendo este domingo debido a una infección pulmonar e insuficiencia respiratoria producto de los días que pasó sin asistencia tras la muerte de sus padres.

La investigación sobre las muertes se inició en un clima de incertidumbre y todavía no se pueden precisar las causas de los decesos. 

En la vivienda no había desorden, no estaba la puerta forzada y los elementos llamativos fueron un cuchillo y una piedra cerca de los cuerpos, y la falta del vehículo familiar que fue encontrado abandonado el viernes en barrio Santa Rosa de Lima, chocado y con la patente doblada. Dato que fue denunciado por vecinos de esa barriada.

Los incidios de la autopsia

Los datos preliminares cofirman que no se trató de muertes violentas. Si bien la investigación aún no pudo determinar la presencia de terceros en la escena, se espera que las autopsias puedan orientar en cuanto a las causas de las muertes del matrimonio.

"Para la medicina forense es un desafío poder determinar la causa de la muerte porque puede ser el punto de partirda para el resto de la investigación policial", dijo por LT10 el doctor Pascual Pimpinella, jefe del Cuerpo de Medicina Forense del Poder Judicial.

El especialista indicó que al realizar la autopsia de los cuerpos, "no encontramos a la vista ningún signo en los cadáveres que nos pudiera dar una pista o un punto de partida para llegar a una conclusión contundente", y explicó que "lo que complica este caso es el tiempo transcurrido entre la muerte y el hallazgo de los cuerpos. Los cadáveres estaban totalmente destruidos".

En cuanto a ese dato, Pimpinella aclaró que la pareja "llevaba casi una semana sin vida. "Los cadáveres estaban en la etapa donde se deforman que se da entre los 5 y los 7 días, no se reconocen por la imagen y de acuerdo a esa escala da esa data de muerte", especificó ya que en un principio los estudios preliminares habían arrojado sólo 48 horas.

Si bien el profesional se limitó a dar los datos permitidos por el curso de la investigación aseguró en "Al Derecho y Al Revés" que por los resultados periciales realizados se confirma que no sufrieron heridas ni de arma de fuego ni de arma blanca. "No hemos hallado ningún signo de violencia", afirmó.

¿Qué estudios faltan? 

Se esperan los resultados de las pericias toxicológicas. "Estamos realizando estudios para determinar si inhalaron algún tóxico", señaló Pimpinella, pero agregó que en la casa también se encontraba el hijo de la pareja y el perro por lo que es difícil que si se trata de algo que respiraron "dos seres vivos hayan quedado con vida".

Sin embargo, puede haberse tratado de algún veneno que hayan ingerido las víctimas. "Se tomaron muestras de los cuerpos para ver si ingirieron algún tóxico de fácil acceso que son los que se usan con animales pero también estudiando sobre otros que son más complejos".

Raro pero posible

El forense también barajó la posibilidad que ambos hayan fallecido por causas naturales en el mismo momento y ninguno de los dos pudiera pedir ayuda.

"Lo otro que no es frecuente es pensar en una causa natural de la muerte que justo le haya ocurrido a los dos. Un infarto, por ejemplo y que no hayan alcanzado a pedir auxilio", especuló Pimpinella. De todos modos, estimó que "es muy raro  que pase algo así. En los últimos años, acá y en el país no se han dado estos casos", según consultó con colegas de otras provincias.

"No es frecuente pero tampoco es imposible", concluyó el médico, quien trató de brindar algunas certezas en una caso lleno de dudas.