El Padre Axel Arguinchona realizó la mayor parte de su actividad pastoral en parroquias de la ciudad de Santa Fe. Antes de ser trasladado a Esperanza era reconocido por estar a cargo de la Iglesia La Merced donde ejerció el servicio religioso con el mismo carisma que su antecesor, el Padre Edelmiro Gasparotto. 

Estuvo 8 años en La Merced, y por decisión del entonces arzobispo José María Arancedo fue trasladado a la ciudad de Esperanza. El 1º de Mayo de 2015 se hizo cargo de la Basílica "Natividad de la Santísima Virgen".

Ahora, el sacerdote vuelve a la ciudad y manifestó la alegría que le genera regresar a trabajar en un barrio humilde de Santa Fe.

"En noviembre si Dios quiere voy a ir al barrio San Agustín, en el extremo noroeste de la ciudad. Estoy feliz de volver a un barrio, la gran mayoría de la gente de los barrios es muy sana, trabajadora, muy buena", indicó el Padre Axel.

Sin embargo, el cura admitió que es gente "con pocas posibilidades de progreso, a la que hay que ayudar. Además, viven como cualquier otro el drama de la inseguridad, de la droga, y necesitan un especial acompañamiento".

En ese sentido, señaló que "principalmente del Estado pero nosotros como Iglesia tratamos de llevar lo mejor que tenemos para acompañarlos".