La Ley de Comercio con el Enemigo, una de las bases jurídicas del bloqueo impuesto por Estados Unidos a Cuba, fue prorrogada este lunes por el presidente norteamericano, Donald Trump, mediante un memorando enviado a los secretarios de Estado y del Tesoro.

Por medio de un comunicado, la administración de Trump detalló que extenderá por otros 12 meses las restricciones comerciales y financieras con la Isla por razones de "interés nacional". El anuncio fue hecho en el marco de los próximos comicios legislativos de noviembre. 

"Por la presente, determino que la continuación del ejercicio (...) con respecto a Cuba por un año más está dentro de los intereses nacionales de EE.UU.", reza el documento rubricado por el mandatario norteamericano. Cabe recordar que dicho ejercicio fue puesto en acción a mediados del siglo XX a raíz de la expropiación de propiedades que poseían empresas y ciudadanos estadounidenses en Cuba. 

Las restricciones económicas se ampliarían por medio de la Ley Helms-Burton. La medida definía que ciudadanos así como compañías del gigante del Norte tenían prohibido llevar a cabo negociaciones con la Isla. Poco después, el expresidente Bill Clinton se encargó que negar la posibilidad de que sucursales extranjeras de compañías de Estados Unidos pudieran tratar con empresas cubanas por cifras que superaran los 700 millones de dólares al año. 

Lo cierto es que el exmandatario Barack Obama, a fines de 2014, se montaría en la cruzada de llegar al fin del largo embargo y levantarlo. Ahora, Donald Trump adoptó la decisión de extenderlo por otro año. Su medida fue anunciada en un momento convulsionado para su administración. Es que la semana pasada una carta anónima -supuestamente escrita por un integrante de su Gobierno- llegó al The New York Times. La misma se titula: "Soy parte de la resistencia en la administración Trump".

En el escrito, relata cómo un grupo de funcionarios trabaja dentro de la Casa Blanca para frenar los impulsos del jefe de Estado. Un día después, se sumaría otro escándalo. Según un artículo publicado por el diario inglés The Guardian, Trump solicitó a un fotógrafo del Ejecutivo que editara las imágenes durante la ceremonia de su asunción, en 2017. ¿El objetivo? Mostrar que había más gente de la que realmente se presentó y así alejar las comparaciones con la ceremonia encabeza por Barack Obama en 2009. 

Eso no es todo. El viernes pasado, y con la mira puesta en las Legislativas de noviembre, Barack Obama cruzó duro al actual Presidente así como a todo el Partido Republicano. Durante un discurso brindado en la Universidad de Illinois se encargó de lanzar "un simple mensaje a los más jóvenes" de Estados Unidos. "Necesitan votar porque nuestra democracia depende de ello", afirmó convencido. 

De este modo, el demócrata acusó a Donald Trump de llevar a cabo un programa que ha sabido montarse sobre el "miedo" así como el "resentimiento". "Él solo está capitalizando el resentimiento que los políticos llevan años alentando”, enfatizó al tiempo que cuestionó: "¿Qué le ha pasado al Partido Republicano? Su principio fundamental en política exterior era luchar contra el comunismo, y ahora están haciéndose amigos del exjefe de la KGB”.

Así, se refirió al cercano vínculo que mantienen el presidente ruso, Vladimir Putin, y su par norteamericano. A continuación, señaló: "Esto no es lo que teníamos en mente cuando ayudamos a crear el Partido Republicano...no es conservador, desde luego no es normal, es radical". De esta forma, Obama instó a los demócratas a votar contra los ahora poderosos republicanos.