Comulgan y se rigen por ideas estéticamente antagónicas. El Central del Patón Bauza goza de un excelente pasar. Luce más ordenado y prolijo en cancha. Para algunos es conservador. También es contundente. De hecho llega a esta cuarta exposición de la Superliga con puntaje ideal y sin saber lo que es ir a buscar la pelota dentro de su propio arco. El plus es que ya sale de memoria. Tiene la casa en orden. Mientras que la corriente de pensamiento de Racing se basa en la intensidad innegociable de Eduardo Coudet. El Chacho pretende como concepción ser superior sin medir consecuencias en el momento. Y así le está yendo. El equipo quedó eliminado de las copas y sólo le queda comerse el torneo local, pese a que hoy el técnico se jugará parte de su pellejo porque en Avellaneda argumentan los que más saben que ya no tiene crédito. La chachoneta racinguista llega urgida de una victoria.

El Cilindro no será hoy una especie de gran circo romano pero estará ahí de emularlo si Racing flaquea ante los canallas. Que puede ser muy factible debido a que Central viene tumbando muñecos en base al orden y calma para clavar el puñal en el instante menos esperado.

No caben dudas de que la mayor presión por ganar la tendrá el representativo de Coudet. Un Chacho que podría claudicar nada menos que ante el club que lo lanzó al mundo del profesionalismo como entrenador. Vaya paradoja. O caprichos del destino, tal vez.

Mientras Bauza espera como fumando un cigarrillo en el sillón de la concentración auriazul que llegue la hora del partido, ya que tiene todo cocinado desde hace días, Coudet no deja de caminar por las paredes. Sabe perfectamente que hoy tiene prohibido empatar. Ni hablar de perder. Sería como firmar el acta de defunción en las entrañas del Juan Domingo Perón, ya que la dirigencia albiceleste parece haber perdido la paciencia con el entrenador.

Un técnico que para esta velada cambió a muchas piezas, sin importar los apellidos, con respecto a la derrota y eliminación ante River por la Copa Libertadores. Limpió a Nery Cardozo, Nery Domínguez, Soto, Centurión y Bou en comparación con el clásico con el millonario. Resta saber cómo le irá. Sea con los cambios o a él mismo una vez que termine el encuentro de hoy en un Cilindro que será un hervidero. Mientras tanto, la realidad indica que Central llega por demás de tranquilo y los albicelestes por demás de apurados.