Las tensiones entre Canadá y los países europeos con el presidente estadounidense Donald Trump tienen como eje las políticas proteccionistas del magnate inmobiliario y el abandono de acuerdo internacionales, como el pacto con Irán y el tratado sobre medio ambiente.

Pero lo que más encendió los ánimos en las últimas semanas fue la aplicación por parte de Washington de aranceles al acero y al aluminio que le compra a sus socios, Canadá y la Unión Europea. Además, hubo una serie de actitudes de Trump que irritaron a sus aliados. Estos son algunos puntos de fricción.

Canadá

​El primer ministro Justin Trudeau parecía congeniar con Trump tras su primer encuentro. Pero la reciente decisión de Trump de imponer aranceles al acero y el hierro canadienses lo enfurecieron. Y la broma de Trump durante una llamada telefónica que mantuvieron el mes pasado, recordándole que soldados canadienses quemaron la Casa Blanca en 1812, tampoco cayó bien. Sobre todo si se toma en cuenta que el incendio fue provocado por los británicos.

Reino Unido

La premier Theresa May, la premier británica, fue la primera líder extranjera en ser recibida en la Casa Blanca por Trump. Pero la decisión de May de ofrecer a Trump una visita de Estado pronto enfrentó movilizaciones populares. Y las exigencias de que esta invitación fuera cancelada crecieron cuando el pasado noviembre Trump retuieó tres videos antimusulmanes que había publicado el grupo de extrema derecha Bretaña Primero.

Cuando May criticó que Trump hubiese compartido esos videos, éste replicó que ella debería ocuparse de enfrentar el terrorismo del “Islam radical” en el Reino Unido.

Alemania

​El hecho de que Trump no haya estrechado la mano de la canciller Angela Merkel cuando la recibió por primera vez en Washington, en marzo de 2017, ya anunciaba un enfriamiento de las relaciones entre los dos líderes más importantes de Occidente.

En un discurso el mes pasado, Merkel dijo que Europa debe aprender a “tomar su destino en sus propias manos”, pues ya no podía confiar en EE.UU. para que la protegiera. La amenaza de Trump de gravar la importación de autos tampoco ayudó a distender las relaciones.

Francia

Tras su primer encuentro en julio de 2017 en París, el presidente Emmanuel Macron incluso fue llamado “el domador de Trump”. Pero las tensiones surgieron durante la visita de Macron a Washington el pasado abril, cuando Trump hizo como si limpiara la caspa del traje de su invitado.

Un humillado Macron dio luego un discurso en el Congreso donde repudió la mayor parte de la agenda de Trump, reafirmando su compromiso con el acuerdo nuclear con Irán y el Tratado de París en materia medioambiental, a los que Washington dio la espalda.