No será un partido más. Ya sea para Central como para Racing. Los dos vienen golpeados tras morder el polvo en la Superliga. Los tres puntos que estarán en pugna en el Gigante tampoco serán determinantes en esta especial velada. Pero pueden tener serias consecuencias a la hora del recuento final. Los canallas apostaron por la experiencia en este caso (ver página 5) porque es como que tienen en claro que no pueden perder más de vista al último vagón que transportará a los selectos conjuntos hacia la próxima estación de la Sudamericana. Esa misma Copa en la que también quiere asegurar su presencia el nacional y popular elenco de Avellaneda, que tendrá sentado en el banco a un muy conocido de la casa como es el técnico Eduardo Coudet. Las academias disputarán en Arroyito un desafío con muchísimos condimentos. Una cita que invita a dar el presente.

La previa llama a presentir que será un choque por demás de táctico. Con esquemas muy disímiles también por el simple hecho de que cada uno cuenta con jugadores de distintas características y calibres. Y hasta de presente si se hila un poco fino.

Central debe ponerse de pie luego de ese rayo electrizante que le dio River en apenas dos minutos en el Monumental el pasado domingo. Lo positivo es que hasta acá, las pocas veces que cedió estando Leo Fernández en el mando, logró recuperarse. A eso apuntará esta tarde. Y por varios motivos. No sólo se tratará de lo deportivo. Está el orgullo también en juego.

Más aún sabiendo que frente a sus narices tendrá a un Racing que derrapó feo en las dos últimas presentaciones domésticas y llegó sin oficializar los titulares. Puso la mejilla ante River y luego con Defensa y Justicia. Anteriormente apenas empardó con Belgrano. Es como que el equipo del Chacho viene en picada, pese a que el jueves pasado dio algunos indicios de estar vivo al golear a Vasco de Gama por la Libertadores.

En Arroyito tienen en claro también que "los mayores" que fueron elegidos para esta contienda deberán dar ese golpe de timón que tanto claman de la línea de cal hacia afuera. También tendrán la oportunidad más de uno para redimirse desde el rendimiento.

A esta variada versión de Central le urge que sus jugadores con mayor rodaje encaren la recta final de la Superliga con otro andar y funcionamiento en pos de cruzar la meta con la mirada al frente y proyectando a futuro con otro semblante.