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Politica 08.11.2017

FRANCO PONCE DE LEÓN

Boleta Única Papel: hoy más que nunca

En las últimas semanas, el debate en torno al sistema electoral nacional, particularmente en aquello referido a la forma en que los/as ciudadanos emitimos nuestro voto, volvió a instalarse en la agenda pública aunque desde diferentes niveles discursivos, gubernamentales y no gubernamentales.

Uno de ellos, refiere a la designación de la profesora Delia Ferreira Rubio al frente de “Transparencia Internacional”, siendo un hecho que debe llenarnos de orgullo, puesto que una de las mayores especialistas de nuestro país en el campo de saber e investigación académica sobre transparencia, sistema de partidos y políticas públicas, encabece este prestigioso organismo que desde 1993 promueve medidas contra delitos corporativos y corrupción política.

Inmediatamente a ello, finalizada las PASO 2017, Ferreira ponderó oficialmente desde su flamante posición en la ONG internacional, el sistema de Boleta Única Papel de nuestro provincia: “Si queremos tomar una opción para avanzar tiene que ser la Boleta Única Papel, en Santa Fe tienen una modelo muy exitoso que le garantiza a todos los ciudadanos acceder a la oferta electoral completa eliminando los casos de robo de boletas o la imposición de boletas viejas y facilita el conteo”.

Como santafesinos, nuevamente fuimos el centro de amplios elogios por parte de los mayores especialistas del mundo en materia electoral, lo que nos lleva nuevamente a reafirmar la Boleta Única Papel como sistema igualitario, justo - y sobre todo - desprovisto de acciones fraudulentas. Fuimos ejemplo en todo el país con la vecina provincia de Córdoba y ahora somos referenciados junto a las democracias electorales más transparentes de occidente.

El entonces Diputado Provincial, Pablo Javkin, fue el impulsor de la boleta única en la Provincia de Santa Fe. Con este sistema logró establecer un cambio de paradigma que tiene que ver con que el estado garantiza la provisión de las boletas y su distribución y a partir de ahí también la trazabilidad de cada una de las boletas esté debidamente identificadas que se pueda llevar un control preciso sobre el sistema de votación.

Por otra parte, el pasado lunes el Presidente de la Nación Mauricio Macri, en el marco de una serie de anuncios generales relativos a mejorar la eficiencia del estado, contando con la presencia de actores políticos, gobernadores, empresarios, legisladores, la Corte Suprema, entre otros, volvió a insistir con la necesidad de incorporar el sistema de Voto Electrónico.

En respuesta a ellos, decenas de especialistas, académicos, centros de estudios universitarios, volvieron a recordar el peligro estructural que este sistema representa para la consolidación de las democracias electorales.

En líneas generales, el voto electrónico o la también llamada boleta única electrónica es aquel sistema en donde el elector ingresa sus preferencias de candidatos y propuestas por intermediación de sistemas y registros informáticos.

Examinando el sistema, lo primero que hay que destacar es que el voto electrónico es un método que actualmente se utiliza en sólo seis países en el mundo: Estonia, Estados Unidos (En algunos Estados), Bélgica, Brasil, Venezuela y la India. La mayoría de los países emite sus votos con la boleta única de papel, en diversas formas, modalidades y metodologías para escrutar los sufragios.

Puesto que la experiencia comparada es una de las guías más apropiadas para examinar la conveniencia de avanzar en la implementación de un sistema de estás caracterizas, los especialistas que más han estudiado el funcionamiento del sistema en otros países, coinciden en ordenar al menos 5 objeciones generales sobre el voto electrónico que a continuación resumimos:

Restringe o limita la participación ciudadana: el control y la auditoria electoral se restringe enormemente en favor de una elite de expertos en informática. Ello ha sido expresado por el fallo del Tribunal Constitucional de Alemania, país que junto a muchos otros ha regresado al sistema papel con instancias digitalizadas de escrutinio.

Pone en riesgo el secreto del sufragio: en sistemas como el Brasil una auditoria reveló que es posible identificar las preferencias de los electores en una urna electrónica. Recientemente ha ocurrido algo similar en Venezuela, donde el presidente Maduro llama a controlar las preferencias electorales de los empleados públicos. En nuestro país, en las elecciones de la ciudad de Buenos Aires de 2015, un programador independiente reveló el código fuente del sistema de voto electrónico, exponiendo su vulnerabilidad y potencial hackeo.

Pone en riesgo la integridad del voto: al desmaterializar el voto estás obligado a confiar ciegamente en los recuentos electrónicos sin ningún tipo de respaldo en papel;

Privatiza el sistema electoral: el voto electrónico enajena el corazón de nuestra democracia al delegar en una empresa privada los sistemas electorales. Ello implica que, por una parte, el estado se desentienda de la ingeniería electoral al punto de limitar su conocimiento y su burocracia administrativa relativa a cómo organizar las elecciones (como sucedió en Holanda); por otra parte, las empresas proveedoras generan vínculos estrechos con el poder de turno que contrata sus servicios millonarios generándose enormes confusiones y transacciones entre los gobernantes y empresarios en favor de la manipulación electoral (como sucedió en las elecciones presidenciales de 2004, en Estados Unidos);

Favorece al fraude centralizado y masivo de una elección: el voto electrónico aumenta la posibilidad de centralizar el fraude electoral y otorgarle efectos masivos con proyección total. Con el sistema de Boleta Única Papel, ello es casi imposible de llevar a cabo puesto que requiere un sumatoria de voluntades a lo largo y ancho de los distritos y fases del sistema electoral.

Por otra parte, si analizamos algunos países la evidencia es contundente: el Voto Electrónico o fue eliminado o está en retroceso en todos los países del mundo: Holanda abandonó el sistema en 2008; Alemania en 2009; Bulgaria anuló una elección en 2010; Austria ordenó volver a votar en tres distritos en 2010, ante fallas del sistema; Francia disminuye progresivamente el Voto electrónico retornando al papel y escrutinio manual; Irlanda descartó el sistema por resistencia social y objeciones del ámbito académico en 2004; Lituania no implementó el sistema por negativa del parlamente en 2004; Noruega hizo una prueba en 2010 y 2013 y optó por no implementar el sistema; el Reino Unido en 2000 y 2007 llevó a cabo una prueba piloto y desistió del voto electrónico; en Paraguay se adoptó el sistema brasileño en 2001 y recientemente el tribunal electoral dispuso el retorno al papel. Entre los 20 países que lideran el ranking de desarrollo humano de la ONU, sólo Estados Unidos utiliza parcialmente alguna forma de voto electrónico.

Finalmente, como representante político de la ciudad de Santa Fe entiendo que ante iniciativas tan importantes y sensibles para el destino vital de nuestra democracia, es fundamental el dialogo, la participación y sobre todo, saber escuchar. En los últimos meses se han llevado a cabo audiencias públicas y debates a lo largo y ancho del país y algunos de ellos, en el Congreso de la Nación.

Si el Gobierno Nacional quiere realmente colocar a nuestro país entre las democracias electorales más transparentes del mundo debe no solo atender a la experiencia comparada que mayoritariamente rechaza el voto electrónico sino también a la provincia de Santa Fe con su sistema de Boleta Única Papel elogiado por parte de la comunidad democrática occidental.

Tenemos una oportunidad que marca un antes y un después en la historia democrática de nuestro país. Es hora de aprovecharla.

 

Boleta Única Papel: hoy más que nunca

 

 

FUENTE: Prensa Franco Ponce de León

“Llegará el día en que una sola zanahoria, observada con los ojos nuevos, desencadenará una revolución”

Paul Cézanne, pintor francés