Entre el 6 y 7 de agosto, V. iba a ir a bailar junto al resto de los chicos a un boliche de Bariloche, pero antes, hicieron una previa porque los tragos estaban caros.

Según la denuncia, cuando en un momento volvió a su cuarto, la puerta se cerró y uno de los coordinadores forcejeó con ella para abusarla. Pudo sacárselo de encima y pedir ayuda.

Al revisar las cámaras del hotel, constataron lo denunciado y mandaron de vuelta a Buenos Aires al coordinador.

La madre de V. supo del episodio recién cuando su hija volvió. "En el grupo de padres del colegio se habló de un coordinador que había tenido un problema con una chica y lo habían devuelto a Buenos Aires. No sé por qué, supuse que era mi hija, y en la vuelta a casa me contó lo que pasó”, dijo Susana, madre de V., al diario Crónica.

Un sacerdote del colegio Don Bosco, al que asiste la chica, le aconsejó a la joven que no hiciera la denuncia.

Susana ya tuvo tres mediaciones por el caso: "A la primera no asistieron, en la segunda dijeron que iban a hacerse cargo porque tenían gente en Bariloche para hacer la denuncia, pero en la tercera dijeron que yo tenía que ir a esa ciudad para hacer la denuncia”.