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Lugares y Placeres 12.10.2017

¿Crucero o avión? 10 razones para animarse a surcar los mares y ríos

Los aviones son medios ideales para acortar distancias, pero no son la única forma de tener unas vacaciones para el recuerdo. La industria de los cruceros crece de manera exponencial cada año. Razones por las que cada vez más se elige viajar por agua.

Fuente: Infobae

Cada año la industria de los cruceros crece hasta en un 8,5% anualmente, tendencia que se ha mantenido en los últimos 20 años sin importar las crisis económicas. Según cruise.org, 25,8 millones de pasajeros habrán elegido esta forma de viajar de cara al final de 2017.

Pero los números no son todo: porque las compañías de cruceros buscan, a fuerza de confort, entretenimiento, gastronomía y cientos de atracciones, que el público prefiera pasar sus vacaciones en altamar antes que cruzar el mundo en un par de horas a bordo de un incómodo asiento de avión. ¿Cómo lo hacen? 

Velocidad v.s. confort: no hay discusión respecto a la velocidad de los aviones para llegar de un punto a otro. Pero tampoco hay lugar para el debate sobre la incomodidad que caracteriza los viajes aéreos, donde los pasajes business o de primera clase, que ofrecen algunas atenciones y un poco más de espacio para estirar las piernas, pueden valer el doble que un pasaje común.

Entretenimiento: los aviones más modernos pueden tener pequeñas pantallas donde ver algunas series y películas para matar el tiempo, pero los cruceros son verdaderas moles acuáticas dedicadas exclusivamente a la diversión y la comodidad, pensados para que no haya ni un minuto de aburrimiento aunque haya largas semanas de viaje. Cines 4D, obras de teatro, clubes nocturnos y decenas de bares, restaurantes y otros espectáculos para todas las edades pueden disfrutarse a bordo desde el comienzo al final de cada viaje.

Comida: "¿Carne o pasta?" la comida de avión es sinónimo de mala calidad y falta de opciones, salvo en algunas líneas aéreas de lujo que están intentando revertir esta mala fama pero con precios muy elevados. Por su parte, los cruceros hacen gala de menúes de lujo que se adaptan a todos los paladares. Cruceros Costa, por ejemplo, cuenta con un menú de gala obra del reconocido chef estrella italiano Bruno Barbieri, además de menúes especiales aptos para celíacos, vegetarianos y veganos y cientos de opciones desde comida rápida a cartas gourmet.

Puntos intermedios: volar sin escalas es un lujo, especialmente a la hora de recorrer largas distancias. Pero el viajar por agua permite disfrutar de otros lugares y paisajes. ¿Es lo mismo volar a Rio de Janeiro que partir desde el puerto de Buenos Aires y disfrutar de catorce noches en distintos puertos y playas paradisíacas en el camino?

Otros paisajes: los barcos cubren rutas que los aviones no hacen. Navegar como un pirata en el caribe, descubrir los fiordos nórdicos como un vikingo o llegar a las costas del Brasil como los primeros conquistadores. Los mares están llenos de aventuras que no se ven desde el aire ni los aeropuertos internacionales. Además desde cruise.org también destacan la creciente demanda (un 7% con respecto al año anterior) de cruceros para el viaje a través de ríos.

La experiencia: un crucero es una experiencia temática en sí misma. Teatros, cines, gastronomía y diseño de vanguardia en altamar, todo pensado especialmente para que nada falle. Más allá de que viajar de manera tradicional sea la forma preferida de vivir unas vacaciones para muchos, un crucero es una experiencia que merece ser vivida al menos una vez en la vida.

Descanso: ¿Alguien duerme bien en un vuelo largo?, para colmo de males después llega el Jet Lag. En un viaje en crucero se puede descansar cuando se desea, en la gran comodidad de camarotes de distintos tamaños y espacios descubiertos para tomarse largas y placenteras siestas junto al vaivén de las olas.

Contemplación: un atardecer en el medio del océano es un cuadro que quedará grabado en la memoria de cualquiera que viva esta experiencia. Además de diversión y atracciones, en los cruceros también sobran gigantescos espacios de esparcimiento como spas y decks al aire libre pensados para vivir momentos de tranquilidad, tanto para quienes viajen solos como acompañados.

Todo incluido: los cruceros buscan simplificar la planificación de las vacaciones. Por ejemplo, ofrecen paquetes all inclusive con diferentes excursiones, estadías y hasta transfers aéreos para que quienes viajen no tengan que perder mucho tiempo con distintas agencias y reservas.

Vacaciones instantáneas: largas colas de chek-in y migraciones, despacho de equipajes (rogando que nada se pierda) largos vuelos incómodos y después volver a repetir todo en el lugar de destino al tocar tierra. En un crucero el "modo vacaciones" se activa de manera instantánea, apenas se pone un pie en cubierta, con actividades y propuestas para todas las edades desde el minuto cero.

En 2017 se comenzaron a construir 26 nuevos cruceros, con una capacidad agregada de casi 30.000 pasajeros, y tanto para 2018 como para 2019 se esperan números similares de nuevas naves. La industria del crucero parece tener un curso estable, con tierras nuevas y fértiles a la vista.

“Llegará el día en que una sola zanahoria, observada con los ojos nuevos, desencadenará una revolución”

Paul Cézanne, pintor francés