Tres mujeres de 24, 44 y 54 años de edad con retraso mental moderado y profundo fueron asistidas en el Hospital José María Cullen el jueves pasado tras una denuncia por abuso sexual en un hogar de ayuda terapéutica de Angel Gallardo. La propia directora de la institución, Elvira Albrech, hizo la denuncia penal contra el guardador de horario nocturno ante el relato de una de las víctimas. El fiscal en turno ordenó la inmediata detención del acusado.

En audiencia imputativa, el representante del Ministerio Publico le atribuyó los delitos de “abuso sexual simple reiterado agravado por ser cometido por el encargado de la guarda, todo en concurso real entre sí” a partir del relato de una de las mujeres. La defensa particular a cargo del Dr. Federico Baridón puso en duda el testimonio de la joven y apuntó a que el trabajador fue denunciado por sus patrones a partir de un conflicto laboral.

Haciendo uso de su derecho a declarar en audiencia, el acusado dijo que la interna “fabula porque los turnos e higiene de los pacientes se realizan entre dos personas” y que “se lo denunció a partir de una serie de reclamos por mejoras laborales realizados a través del gremio”. En consonancia, su defensor fundamentó el rechazo de la preventiva en que no se había instado la acción penal por parte de las víctimas, no se recolectaron testimonios y la mujer sufre de “delirio pasional”.

Con todo, el juez de la Investigación Penal Preparatoria (IPP) Eduardo Pocoví dictó la medida cautelar hasta que el Centro de Día desafecte al hombre de sus tareas y se realicen las Cámara Gesell de las presuntas víctimas. De esta manera, el magistrado aprobó los fundamentos del Ministerio Público acerca del riesgo de entorpecimiento probatorio en caso de que llegara a tener contacto con los actores de la situación. Cabe destacar que cinco años atrás la misma joven había relatado situaciones de abuso similares en el hogar; situación que no llegó a ser judicializada.

En la entidad donde se habrían dado los abusos actualmente se alojan 15 internos de entre 21 y 60 años de edad. La misma pertenece a una comunidad que brinda ayuda terapéutica a personas con capacidades especiales. Según pudo comprobar este medio, las tres mujeres por las que se realizó la denuncia en cuestión no se encuentran en el lugar pero regresarían en breve. Los propios empleados del lugar se mostraron sorprendidos por la situación y a la espera de que se aclare.