Un gran banquete agasajó al presidente Mauricio Macri y a su mujer Juliana Awada. El majestuoso encuentro se desarrolla en el Salón de los Ciudadanos, en el Palacio Real de Ámsterdam, Países Bajos, un edificio construido en 1648 que fue catalogado como "la Octava maravilla del Mundo".

La recepción se llevó a cabo con un despliegue dinástico glamoroso -similar a la cena de gala ofrecida en España- que ameritó que Juliana Awada desplegase toda la elegancia que la caracteriza. Para la velada, la primera dama argentina eligió un imponente vestido de diseño nacional de la firma Ménage à Trois.

"Una pieza de organza en tono gris acero, íntegramente bordada en mini pailletes", anticipó sobre el vestido en exclusiva para Infobae la creadora Amelia Saban. La silueta destacaba su figura con corte a la cintura y mangas largas.

El diseño, en contraposición con el escogido durante la gira oficial en España, ostenta un escote cerrado, más discreto pero igual de sofisticado. Un vuelo imponente en falda le otorgó los aires de "realeza" que ameritaba la noche. Una vez más lució el cabello recogido estilo moño que acompaño con aros colgantes.

El primer mandatario y su mujer gozan de un tratamiento exclusivo en los Países Bajos por la excelente relación que tienen con la reina, la argentina Máxima Zorreguieta, quien también hizo gala de sus dotes fashionistas con un vestido en color nude.

La reina consorte optó por un diseño con escote corazón strapless, con una gran falda y una caída aún más imponente que la de Awada. Resaltaron los sutiles bordados florales en tonalidades almendra.

Pero los accesorios fueron los grandes protagonistas. Coronó su look con una tiara de diamantes, un collar, aros y pulseras, dignos de su estatus y acorde al protocolo.