Al final Colón no se pudo traer nada desde Liniers, estuvo al frente cuando no había hecho muchos méritos, pero a través de un tremendo golazo de Iván Torres cuando se moría el primer tiempo, había logrado abrir el marcador y complicar a un Vélez que en ningún momento le había encontrado la vuelta en el primer tiempo, pero que luego en el complemento terminó dominando y quedándose en forma merecida con la victoria.

Colón, hasta lo pudo empatar sobre el final, pero no se dio y lo mas preocupante de esta derrota es que el equipo de Montero, que venía sumando puntos, ahora se quedó con las manos vacías y con un rendimiento futbolístico muy flojo; y las mayores falencias se vieron en el sector izquierdo de su defensa, donde Omar De Felipe primero puso al uruguayo Zabala, que fue un verdadero problema y mas tarde lo mandó por ese lado a Alvarenga, que también terminó complicando mucho a una línea de tres que decididamente no funcionó.

No pasó mucho en el primer tiempo, con un Vélez que no propuso y con un Colón que lo esperó sin mayores sobresaltos, ya que al elenco local no le surgieron ideas como para poder abrir el marcador.

Colón fue ordenado en el primero tiempo pero fue solo eso y contó con la complicidad de un Vélez limitado que no pudo generarle situaciones; cuando se terminaba el primer tiempo llegó un golazo de otro partido; el paraguayo Iván Torres desde fuera del área, paró la pelota, la acomodó y sacó un tremendo remate que se clavó en el ángulo izquierdo de Assman que no pudo hacer nada.

Con un golazo, Colón marcó un tanto sicológico y se fue a los vestuarios con la tranquilidad del resultado; pero en el complemento no pudo sacar provecho de la ventaja, porque Vélez se encontró con el empate temprano y en ningún momento se puso nervioso, buscando siempre abrir la cancha.

Un desborde por Zabala (la figura del partido) por derecha, que llegó al fondo y tiró el centro para la aparición de Barcos que cabeceó entro dos defensores y dejó sin chances aun Broun que venía teniendo un buen partido.

Vélez buscó con mayor profundidad y Colón ya no tuvo la solides que había mostrado en el inicio; varias llegadas del local terminaron afuera, o en las manos de un Broun que era uno de los principales factores en lo que se sostenía el empate.

A nueve minutos del final, llegó un nuevo desborde a las espaldas de Ortíz, el centro que sobró a los defensores de Colón y la llegada solitaria de Zabala en el segundo palo que la paró, se acomodó y terminó rematando al primer palo de un Broun que no pudo hacer nada.

En los minutos finales el equipo de Paolo Montero se lanzó con todo y hasta tuvo una chance como para poder empatar, pero no pudo ser y un Colón que no venía rindiendo en la cancha, al menos sumaba, en esta oportunidad no pudo ser; muy lejos en lo futbolístico y sin sumar nada desde lo matemático... preocupante.