Clinton defendió su experiencia, heredada de su tiempo como senadora y secretaria de Estado, pese a que no consiguió ser específica, mientras Trump siguió descartando la modestia: dijo que sabe más que el Pentágono sobre el EI y aseguró que su mejor cualidad es "el buen juicio".

 

Trump llegó a decir que los generales de las fuerzas estadounidenses "han sido reducidos a ruinas, reducidos al punto de ser una vergüenza para nuestro país", según reprodujo la agencia de noticias EFE.

 

La candidata demócrata celebró este jueves en la pista de aterrizaje de White Plains, en Nueva York, su primera conferencia de prensa en más de un año. La dedicó casi por completo a criticar a su rival.

 

Dijo que los elogios de Trump a Putin son "antipatriotas", "insultantes" y "alarmantes" y muestran que está "totalmente incapacitado" para ponerse al frente del país.

 

Trump le contestó inmediatamente, como es habitual a través de la red social Twitter.

 

"Hillary acaba de dar una rueda de prensa desastrosa en la pista de aterrizaje para compensar su pobre actuación de anoche", escribió Trump, quien señaló que los medios están criticando su actuación en el foro de ayer, que fue considerado como un prólogo del primer debate presidencial televisado, que se realizará el próximo 26 de septiembre.

 

Clinton además lo atacó por no haber ofrecido anoche un plan claro sobre cómo acabar con la milicia EI en Siria e Irak, y sugerir que sustituiría a gran parte de los generales del Departamento de Defensa por otros de su preferencia.

 

Trump, por su parte, aprovechó su acto en Cleveland, Ohio, para acusar a Clinton de haber sido un "gatillo fácil" durante su gestión como secretaria de Estado, en el primer gobierno de Barack Obama, y de haber convertido a Estados Unidos en un lugar más inseguro por sus políticas en Libia, Siria e Irak.

 

"Las políticas de Clinton han desencadenado horror y guerras que nos convierten en un país menos seguro", aseguró Trump, quien acusó a Clinton de operar "una empresa criminal" cuando trabajó como secretaria de Estado al otorgar favores a donantes de la fundación de su familia y comunicar información clasificada en un servidor privado que pudo estar expuesto a piratas informáticos.

 

Desde Nueva York, Clinton no sólo apuntó contra su rival republicano, sino contra los medios de comunicación en general.

 

Sostuvo que es "frustrante" ver la "disparidad" en la atención que la prensa le presta a su campaña, frente a la de Trump. La candidata reconoció que en parte esto se debe a la gran cantidad de "barbaridades" que dice, pero reclamó un mayor equilibrio de lo que se conoce en las campañas electorales como "propaganda gratuita".