Desde hace unos diez días que un incendio forestal arrasa bosques y animales en el norte de San Luis, y el viernes por la noche tuvieron que ser evacuados los pueblos de Los Molles y Villa de la Quebrada. El ministro de Medio Ambiente, Campo y Producción de la provincia, Cristian Moleker, dijo que ya fueron afectadas unas 8.500 hectáreas.

Este sábado, los bomberos no pudieron extinguir las llamas, y el incendio continúa. Según los jefes de los cuerpos de bomberos que trabajan en la zona, "el panorama ha mejorado pero sigue siendo delicado e imprevisible". "Aproximadamente son 8.500 hectáreas las que se han perdido desde que se inició el incendio hasta el momento", detalló el ministro Moleker.

"Los aviones han realizado ataques directos en los flancos de las sierras con excelentes resultados, a los que hay que sumar las tareas terrestres de la construcción de contrafuegos que están dando los resultados esperados", dijo la ministra de Seguridad, Beatriz Alaggia.

Si bien las 100 personas que fueron evacuadas el viernes por la noche en la zona de Los Molles regresaron a sus hogares, "el fuego está latente y se dirige al norte, hacia El Trapiche, en toda la lonja de la sierra", dijo a Télam el abogado Lucas Almirón, propietario de una vivienda en Estancia Grande que colabora con los bomberos en el control del fuego.

Los aviones hidrantes son fundamentales para pelear contra incendios de esta magnitud, y hasta ahora los fuertes vientos no han permitido la suficiente cantidad de vuelos que hacen falta para aplacar las llamas.

Los integrantes de los cuerpos de bomberos reconocieron que a pesar de los avances logrados en las últimas horas, la situación sigue siendo complicada, ya que una caída en la intensidad de las llamas depende de las condiciones meteorológicas y el pronóstico no es alentador para la provincia: se prevén épocas de sequías y continuidad de fuertes vientos.

El incendio comenzó hace unos diez días, en la localidad de Potrero de los Funes. Según la ministra de Seguridad de San Luis, Beatriz Alagia, unas personas "habrían acampado en la cima de la sierra y habrían hecho una fogata que se disparó".

Por último, el ministro Moleker opinó que "todos los Municipios afectados van a tener muchísimos problemas para potabilizar el agua. Los que viven del turismo van a tener sus ríos totalmente contaminados. El suelo pierde mucho agarre, lo que produce un gran arrastre de material hacia los cursos de agua. Por lo tanto, estos incendios le generan un enorme daño también a la actividad económica de estas localidades".