Para la construcción, se invirtieron cerca de 34 millones de pesos, utilizándose materiales nobles y duraderos que responden a un lenguaje arquitectónico contemporáneo. 

 

Esta esperada obra -que permitirá “descomprimir” el edificio madre de Ciudad Universitaria- fue habilitada durante un acto realizado el viernes pasado por la noche. La inauguración estuvo presidida por el rector Miguel Irigoyen; el secretario de Políticas Universitarias de la Nación, Albor Cantard; la secretaria académica de UNL, Laura Tarabella; y el director de Obras y Servicios Centralizados, Marcelo Saba. También estuvieron presentes decanos, funcionarios, docentes y estudiantes.

 

En declaraciones a la prensa, Irigoyen destacó que el Aulario Común “es un edificio con espacios confortables destinados solo a aulas, que serán compartidas por diferentes unidades académicas, a partir del criterio de ser más eficientes con los recursos públicos”.

 

El rector indicó que en los últimos años se había observado una tendencia creciente de los espacios de Ciudad Universitaria “hacia una saturación para las actividades de enseñanza”, mientras que aumentaban también las necesidades de infraestructura para investigación y extensión. “Era difícil pensar en el futuro sin una intervención en obras”, destacó.

 

Otro más

 

En tal sentido, adelantó que “está por concluirse un segundo proyecto, el del Edificio Tira, que será presentado a la Nación para obtener financiamiento”. Explicó que “ese inmueble será complementario del Aulario Común, con espacios destinados a asignaturas de menor matrícula y posgrados, y un auditorio con el que no contamos en Ciudad Universitaria”.

 

Finalmente, Irigoyen destacó que el monto de la inversión “resultó ser mayor del previsto inicialmente porque durante el proceso de construcción tuvimos que rescindir dos veces el contrato con la empresa ejecutora, por incumplir con los plazos exigidos, lo que obligó a reprogramar y volver a licitar”. Remarcó, en ese sentido, el trabajo de la Dirección de Obras y Servicios Centralizados, de Asuntos Jurídicos y la Secretaría Económica Financiera. “Hubo un esfuerzo por parte de un grupo muy importante de personas que supo sobrellevar las dificultades”, dijo.

 

Por su parte, el secretario de Políticas Universitarias y anterior rector de la UNL apuntó que desde la cartera nacional que gestiona “hay que acompañar el crecimiento de las universidades”. Considerando la “reinserción de Argentina en el mundo que va a facilitar la obtención de créditos externos para infraestructura” y “el crecimiento que seguramente tendrá el Plan de Infraestructura Universitaria”, Cantard aseguró que “podemos asumir el compromiso de que la segunda parte del crecimiento de aulas con el Edificio Tira tendrá financiamiento nacional”.

 

Aulas enormes

 

Con gran flexibilidad espacial y funcional, el edificio cuenta con aulas para 300,150 y 75 estudiantes. En planta baja se accede a hall en doble altura, que por su jerarquía permitirá la realización de eventos sociales académicos y culturales. Además, el espacio central cuenta con una cafetería, una librería, dependencias administrativas; y el sector de entrepiso con tres aulas especiales para 25 alumnos y dos salas de profesores. Se acondicionaron térmica y acústicamente los espacios académicos, que reciben un gran caudal de luz natural para garantizar un uso racional de la energía.